El Gobierno israelí advirtió hoy a Hamás de que está “jugando con fuego” poco después de que milicianos palestinos dispararan desde la Franja de Gaza un cohete 'Grad' que impactó en la ciudad costera israelí de Ashkelon, provocando daños materiales aunque no víctimas.
“Hamás está jugando con fuego y si se produce ahora una escalada, Hamás no tendrá a nadie a quién acusar salvo a sí mismo”, subrayó Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Ehud Olmert, en declaraciones recogidas por los medios locales. Según el portavoz, “Hamás ha actuado deliberadamente para minar la tregua”.
El 'Grad' que cayó en Ashkelon fue el primero de este tipo de cohetes en ser disparado desde la Franja contra esta ciudad desde que Israel puso fin a su ofensiva militar el pasado 18 de enero anunciando una alto el fuego unilateral. Tres personas tuvieron que ser atendidas en estado de 'shock', pero no hubo que lamentar víctimas mortales.
Según explicó el alcalde de Ashkelon, Benny Vaknin, a la radio israelí, el cohete “impactó en el corazón de un barrio residencial”. “Afortunadamente, cayó en una zona abierta”, subrayó. Durante los 22 días que duró la operación israelí 'Plomo fundido', cerca de un centenar de cohetes disparados desde Gaza cayeron en Ashkelon, situada a 12 kilómetros de la Franja.
“Hasta donde sé, cuando se trata de cohetes 'Grad', son de Hamás”, añadió el alcalde. Este tipo de cohetes tiene un mayor alcance que los tradicionales cohetes Qassam, de fabricación casera, que suelen disparar los milicianos palestinos contra el sur de Israel.
Anoche, un cohete Qassam había impactado en una zona abierta en Sha'ar Hanegev, mientras que horas antes tres proyectiles de mortero cayeron en la región de Eshkol, sin que se produjeran víctimas en ninguno de los casos.