Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, declara ante el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí, que entre las prioridades de su Gobierno se encuentra dar un paso más para llegar a la paz con Palestina así como lograr un acercamiento con los países árabes.
“Buscamos la naturalización de las alianza económicas y diplomáticas [...] queremos la paz con el mundo árabe, pero también con los palestinos. Esa paz nos ha esquivado durante más de 30 años. Seis primeros ministros de Israel y dos presidentes estadounidenses han intentado sin éxito lograr la paz”, apuntó el mandatario israelí.
Embajadores de 66 países, así como un gran número de congresistas asistieron ayer a este breve pero alentador discurso a través de videoconferencia, recogido por la prensa local.
El plan de Netanyahu para alcanzar la paz comenzará la próxima semana discutiendo “la cooperación entre el mundo árabe y entre Israel y los palestinos” en una visita oficial a Egipto donde se reunirá con el presidente Hosni Mubarak.
Así mismo considera que éste camino hacia la paz estructurado en tres ámbitos fundamentales: político, de seguridad y económico, aunque realista y realizable, necesita tanto del apoyo y la cooperación de Barack Obama, presidente de los EE.UU como de Mahmud Abbas, máxima Autoridad Palestina.
Sin embargo no todo fue optimismo en el discurso de Netanyahu, ya que no se olvidó de recordar la necesidad de que los palestinos reconozcan a Israel como un estado y que “la paz no llegará sin seguridad”. Por el contrario, ni siquiera se mencionó la cuestión de la creación de un estado palestino independiente.
Ante estas palabras, la cúpula palestina en Cisjordania se hizo escuchar a través del portavoz palestino Nabil Abu Rudeinah resumiendo su posicionamiento al respecto en dos puntos fundamentales: la necesidad de la creación y reconocimiento de dos estados independientes, y el fin de la construcción de asentamientos israelíes.