Guillermo Fernández Vara podría quedarse también en un barón sin poder territorial. El único bastión que los socialistas conservan tras las elecciones del domingo parece que podría caer del lado del Partido Popular, que por otra parte sacó el mayor número de votos y escaños por mayoría simple. La suma del PSOE con los dos escaños de IU, que irrumpe en la Junta de Extremadura, podrían quedar en una quimera en cuestión de horas.
Las contradicciones vienen del lado de IU. Cayo Lara, su coordinador general, advirtió en campaña, de que el Partido Popular no alcanzaría el poder municipal y/o autonómico si ellos podían evitarlo. Y así debería ser en Extremadura a juzgar por sus palabras y por la disposición de Guillermo Fernández Vara, presidente en funciones de la Junta.
Pedro Escobar, el cabeza de lista de IU, es quien tiene la llave del Gobierno y quien amenaza con hacer pinza con el PP para dejar caer a Vara. El líder regional de IU considera que entiende a Cayo Lara que en Madrid las cosas no se pueden ver cómo son en Extremadura. Ha subrayado que “hay muchos vicios, que han venido de la mano del PSOE y hay mucha gente de nuestra organización que nos pide que no les dejemos seguir gobernando”.
Escobar ha mantenido conversaciones con ambos candidatos. Vara le ofreció un pacto de gobierno con el 80% de los votos escrutados, pero también José Antonio Monago, candidato del PP, a quien le dio como respuesta que “estaba en una situación difícil”. En todo caso, decidirían los órganos de dirección del partido.