La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha insistido en no condenar los “graves hechos” ocurridos el lunes en El Aaiún ante la confusión que persiste y ante el hecho de que otros gobiernos y organismos internacionales tampoco lo han hecho.
“Para condenar habría que tener un conocimiento completo de cuáles han sido los hechos que se han producido”, ha subrayado al término del Consejo de Ministros.
Según Jiménez, el Gobierno no se quiere “apresurar” en su condena y está a la “espera” de que algún organismo internacional ofrezca un balance de lo ocurrido. En este sentido, ha hecho especial hincapié en que “ninguna institución, ningún organismo ni gobierno lo ha hecho”.
En este sentido, la ministra ha negado que el Ejecutivo tenga “ningún tipo de temor” a represalias por parte de Marruecos en el plano de la cooperación en la lucha contra la inmigración y el terrorismo si se condena su intervención para desmantelar el campamento de protesta de El Aaiún.
Según la ministra, el Gobierno no tiene este temor porque mantiene “una relación sólida” con Rabat y existe una “capacidad” de trasladar a las autoridades marroquíes “nuestros planteamientos” como ha ocurrido en esta ocasión en los contactos que tanto ella como el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, han mantenido con sus homólogos marroquíes.
El Gobierno está defendiendo “los intereses de España” y considera que su “actuación requiere el nivel de gestiones que hemos mantenido hasta el momento para ser útiles y contribuir a la solución de esta situación que se ha creado”. “Vamos a seguir trabajando”, ha asegurado, defendiendo una vez más la “prudencia”.
EL GOBIERNO LAMENTA
En una intervención inicial en que ha formulado la posición del Gobierno español respecto a lo ocurrido, Jiménez ha lamentado “profundamente la pérdida de vidas humanas” en los “hechos graves” ocurridos en El Aaiún y expresado la “profunda preocupación” del Ejecutivo.
“El Gobierno rechaza la violencia como método para resolver conflictos”, ha afirmado, instando a las partes al “diálogo” y a la “contención para restablecer la normalidad en la zona”. A este respecto, ha insistido en que es “positivo” que Marruecos y el Frente Polisario se reunieran esta semana en Mahannset pese a lo ocurrido en El Aaiún.
ENTRADA DE LOS PERIODISTAS
Por otra parte, la jefa de la diplomacia ha asegurado que se ha solicitado a Marruecos que “facilite el acceso” a la prensa española para que pueda “trabajar con normalidad y total transparencia”.
Asimismo, ha expresado la “solidaridad” con los periodistas que están informando sobre los acontecimientos“ y el ”apoyo“ del Ejecutivo a la ”labor imprescindible para el conocimiento de la situación“.
Por ello, ha añadido, lamenta “la expulsión de los periodistas de la cadena SER independientemente de que no entraran o no contaran con la autorización exigida por las autoridades marroquíes”. Los periodistas de la Cadena SER Àngels Barceló, Nicolás Castellano y Ángel Cabrera se encuentran en el aeropuerto de El Aaiún a la espera de ser expulsados hacia España tras haber llegado ayer la capital del Sáhara Occidental.
Igualmente, la ministra ha pedido que “se restituya la acreditación al corresponsal del periódico 'ABC'”. El Ministerio de Comunicación marroquí ha retirado la acreditación Luis de Vega, alegando “prácticas de animosidad y falsificación de los hechos” en la cobertura de los “actos de violencia y vandalismo” en El Aaiún, según la agencia oficial marroquí MAP.
En cuanto a los tres españoles que se encontraban en el campemento de protesta y que actualmente están en El Aaiún, Jiménez ha indicado que están “localizados” y hay un contacto “permamente” con ellos para saber si están bien. “Esperamos hacer las gestiones necesarias para poder sacarlos de la zona”, ha precisado.
En ambos casos, la ministra ha dejado claro que se han hecho “gestiones mañana, tarde, noche y madrugadas para asegurar la protección consular de los españoles que se encuentran” en El Aaiún tanto ella como el embajador y el cónsul en Rabat.
A este respecto, ha precisado que su departamento está “valorando la posibilidad” de que el cónsul general en Rabat se desplace a El Aaiún de forma “muy puntual y coyuntural” para poder garantizar la “protección de los españoles que se desplazaran eventualmente” a esta ciudad.
“No es habitual y no lo hemos hecho con anterioridad”, ha reconocido Jiménez, precisando que se está valorando desde el punto de vista de la práctica diplomática y consular, sin que haya una decisión definitiva.
Por otra parte, ha insistido en pedir a Marruecos que aclare de “manera urgente las circunstancias en que se produjeron los hechos” del lunes y en concreto el fallecimiento del ciudadano con DNI español Baby Hamday Buyema.
MORATINOS
En otro orden de cosas, la ministra de Exteriores ha justificado los contactos que ha mantenido en los últimos días su antecesor en el cargo, Miguel Angel Moratinos, en Argel, y explicado que las ha hecho a petición de Zapatero pero con su acuerdo.
“Las especulaciones son libres, no voy a entrar a hablar sobre ellas, pero los hechos son objetivos”, ha replicado, insistiendo en que “Moratinos fue a determinados países” con el fin de ver si se puede seguir adelante con la cumbre de la Unión por el Mediterráneo en Barcelona este mes. “No tiene nada que ver con el Sáhara”, ha subrayado.
También ha defendido su viaje a Ecuador y Bolivia de esta semana y que ha coincidido con esta “crisis”. Estar fuera de España, ha subrayado, “no implica que no me esté ocupando”. “He estado permanentemente en contacto con el Gobierno y con las autoridades marroquíes siguiendo de manera puntual los hechos”, ha agregado.
En cuanto al hecho de que el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, tuviera que sustituirla en la sesión de control al Gobierno el miércoles en el Congreso, Jiménez ha subrayado que su comparecencia “se podía haber aplazado”. Así las cosas, no ha querido entrar a valorar lo que dijo este, limitándose a “defender” su comparecencia.