Tras celebrar la moción de censura a principios de julio y tras la posterior dimisión en bloque de ocho directivos, disconformes con la decisión de Laporta de continuar al frente del club, pese a los 23.870 socios que votaron 'sí' a la moción (un 60,60%), éste decidió someter a votación en la asamblea su continuidad al frente del club.
La continuidad de Joan Laporta como presidente del Barcelona se selló con la aprobación de 526 socios, de los 942 que votaron en total, de manera que salvo sorpresa en los próximos meses, cumplirá su mandato cuyo final está previsto para 2010. La votación que decidió el futuro de Laporta se avanzó al cuarto punto del orden del día, en lugar de en séptimo lugar, tal y como estaba previsto inicialmente, y se hizo con el objetivo de conseguir la máxima participación posible.
Laporta se puso en manos de los socios compromisarios después de que ocho miembros de la junta directiva que él presidía decidieran dimitir por su decisión de continuar en su cargo. Los ocho directivos que dimitieron en bloque fueron Albert Vicens, Ferran Soriano, Marc Ingla, Toni Rovira, Xavier Cambra, Claudia Vives-Fierro, Josep Lluís Vilaseca y Evarist Murtra.
Estos ex directivos del Barcelona, entre los que destaca el ex vicepresidente económico Ferran Soriano, se mostraron críticos con la actitud de Laporta tras la moción de censura, puesto que consideró como “voto de castigo” que el 60,60% de los socios votaran para que prosperara la moción, pese a que se quedó a tan sólo seis puntos del 66,66% necesario legalmente para que hubiera fructificado el voto de censura.
La moción de censura, promovida por el socio Oriol Giralt y celebrada el pasado 6 de julio, pese a sumar 23.870 socios optaron por el 'sí' (un 60,60%), por los 14.871 que lo hicieron por el 'no' (un 37,75%), no prosperó legalmente y Laporta se sintió legitimado para seguir ejerciendo su cargo como presidente de la entidad culé.
En su discurso previo a la votación, que era la segunda vez que se dirigía a los asistentes en el Palau Blaugrana tras haberlo hecho al principio de la asamblea en el informe sobre las actividades del club, reincidió en el término “voto de castigo” para referirse al resultado de la moción de censura y explicó que no dimitió por “sentido de la responsabilidad”.
“Decidí seguir por el camino de la responsabilidad en esos momentos porque pensé que no convenía al club entrar en una espiral. Pensé que había que tomar decisiones de reestructuración de las plantillas y, por tanto, entiendo que en ese momento tuvimos sentido de la responsabilidad”, explicó.
Además, Laporta hizo referencia a que “todos estamos hechos de nuestros errores y de nuestros aciertos” y, en este sentido, reconoció que cuando hicieron las cosas “siempre” tuvieron el espíritu de “corregirlo”, algo que consideró están haciendo en el terreno deportivo.
“También estamos hechos de los aciertos: club con futuro, más solidario del mundo, de buen fútbol. Pienso que en este sentido hemos trabajado con rigor, con acierto y, lo digo con humildad, con talento”, añadió.
“Esta junta directiva tenemos la conciencia bien tranquila de lo que hemos hecho y queremos hacer. También tenemos ilusión y energías renovadas. La misma ilusión de 2003, más una experiencia acumulada, en la que las hemos visto de todos colores”, consideró.
En este sentido de la experiencia acumulada, Laporta consideró que el FC Barcelona “necesita madurez institucional” y que ésta comporta que “se agoten los mandatos”. Además, el presidente azulgrana se dirigió a los socios compromisarios asegurándoles que la petición de su confianza no es “un capricho personal”.
“Ni el hecho del honor que comporta ser presidente del Barcelona, ni este privilegio son los que me hicieron sentirme fiel a continuar, es algo más profundo: Es una decisión para mañana. Creo que si queremos que las próximas juntas gobiernen el club con estabilidad, y lo digo porque la estabilidad es la madre de los éxitos, tenemos que asumir que los mandatos tienen que acabarse”, explicó.
Joan Laporta, concluyó solicitando el apoyo de los socios compromisarios para su continuidad en el cargo como un “soporte” a un “modelo de gestión que está funcionando”. “El voto afirmativo a la continuidad lo entendería como un voto a la estabilidad institucional y un voto que el Barça necesita”. “No abaratemos nuestro sueño, hagámoslo más grande todos juntos y estoy seguro de que lo mejor está por llegar”, sentenció antes de realizarse la votación en la que recibió el apoyo de los socios compromisarios para continuar como presidente del Barcelona.