Investigadores del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI) en la Universidad de Washington acercan el mundo del plegamiento de proteínas al terreno de juegos en Internet con el lanzamiento de “Pliégalo”, un juego gratis en el cual jugadores de todo el mundo compiten diseñando proteínas. La ventaja para el mundo real: Los científicos probarán las proteínas diseñadas por los jugadores para ver si son compuestos que podrían ser viables para nuevos medicamentos. Los usuarios pueden acceder al juego vía Internet en www.fold.it
El desarrollo del juego en Internet es un proyecto del investigador del HHMI, David Baker, para comprender la forma en la que las proteínas -los ladrillos de construcción de las células- se pliegan en formas tridimensionales únicas. Durante la última década, Baker y sus colaboradores han logrado un progreso constante en el desarrollo de algoritmos informáticos para predecir la forma en la que una cadena lineal de aminoácidos se plegará en la forma característica de una proteína determinada. La comprensión detallada de la estructura de una proteína puede ofrecer a los científicos mucha información -al revelar complejidades de la función biológica de las proteínas y sugerir nuevas ideas para el diseño de medicamentos-.
La predicción de las formas que tomarán las proteínas naturales es uno de los desafíos clave de la biología, y el modelado de incluso una proteína pequeña requiere de la elaboración de trillones de cálculos. Durante los últimos tres años, voluntarios de todo el mundo -que ahora son cerca de 200.000- han donado tiempo en sus ordenadores cuando están inactivas para realizar esos cálculos en una red distribuida llamada Rosetta@home.
Pero a medida que los voluntarios de Rosetta observaban sus ordenadores a ciegas intentando encontrar una solución al probar de forma metódica cada combinación y forma posibles para encontrar la mejor forma de encajar, empezaron a pensar que un poco de intervención humana podría acelerar las cosas. Los voluntarios empezaron a escribir adivirtiendo que el programa perdía el tiempo en cálculos inútiles, y se ofrecieron a participar para salvar ese obstáculo, recuerda Baker, quien se encuentra en la Universidad de Washington (UW) donde desarrolló el algoritmo y la red Rosetta.
Baker ideó este juego como una forma de hacer que Rosetta fuera más interactiva. Con un gusto inherente por la competición, pensó que un juego en Internet de múltiples jugadores era la forma de lograrlo.