La firma de automoción Kaufil ha iniciado un proceso de negociación con la multinacional turca Standard Profil para vender sus dos plantas de La Rioja, la que tiene en Navarra y la de Marruecos, además de todas las líneas de colaboración que mantiene con otras industrias.
Fuentes de Kaufil Sealing Technologies han adelantado este inicio de negociaciones, que no se sabe cuándo podrían cerrarse, pero sí se destaca, por parte de la empresa, la importancia de esta venta para la introducción de Standard Profil en nuevos mercados y nuevos clientes.
La negociación con la empresa turca, de capital británico, ha sido ya adelantada al comité de empresa de las plantas de Kaufil en La Rioja, según han explicado hoy los representantes sindicales en una rueda de prensa en la que han hablado sobre el conflicto laboral que mantienen 19 prejubilados de las plantas que la firma tiene en La Rioja, que no han cobrado hasta ahora su indemnización.
Las fuentes de la empresa consultadas han preferido no hablar sobre la situación de los prejubilados y han asegurado que Kaufil espera la sentencia de los Juzgados de lo Social de Logroño, ante los que estos prejubilados han demandado a la firma y en los que declararon el jueves.
Respecto a la posible venta de sus factorías, Kaufil ha destacado el “gran potencial” de Standard Profil, que cuenta con más de 25 años en el sector de la automoción y tiene fábricas en Sudáfrica y Estados Unidos.
En la rueda de prensa, los diecinueve prejubilados de Kaufil han dicho que confían en que se dicte una sentencia que obligue a la empresa o a su aseguradora a asumir el pago de sus indemnizaciones, que estima sobre el millón de euros.
La responsable de Industria de USO en La Rioja, María López, acompañada por Roberto Blanco, de UGT, y por uno de los prejubilados, Ángel Martínez, ha explicado que la empresa trató ayer de “dilatar” el proceso en el juicio de ayer, aunque ha señalado que la causa continuó y ha quedado vista para sentencia.
López ha señalado que la empresa ha pedido, en el caso de ser condenado, afrontar solo las indemnizaciones, ya que en su día abonó las primas de seguros correspondientes a una asegurado, que luego quebró.
El portavoz de los afectados cree que “se va a hacer justicia”, aunque reconoce que la empresa y la aseguradora podrán recurrir.
Roberto Blanco, se ha mostrado esperanzado en que, al menos, este juicio sirva para “llamar la atención” de las autoridades y que a partir de ahora no se permita a las empresas utilizar de forma unilateral los fondos que deben destinar a pensiones.
El problema de estos trabajadores se originó cuando quebró la aseguradora belga a la que Kaufil transfirió los fondos de sus cuotas sociales y al no abonar esta empresa su parte a la Seguridad Social, los afectados no tienen percepciones de este organismo y deberán esperar hasta los 60 años para solicitar su jubilación.