El entrenador holandés Ronald Koeman agotó su crédito en el Valencia después de tres meses al frente del equipo blanquinegro y tras oír ayer en el estadio de Mestalla el 'Koeman vete ya', un cántico que anteriormente escucharon otros técnicos valencianistas como Héctor Cúper o Quique Sánchez Flores. Sin embargo, la gran diferencia es que Cúper fue abiertamente criticado por la grada después de llevar al equipo a dos finales de la Liga de Campeones, mientras que Sánchez Flores acabó con la paciencia de los aficionados después de temporada y media al frente del conjunto y tras devolver al equipo a la Liga de Campeones.
Koeman ha batido otro récord negativo desde que está en el Valencia. El holandés fue presentado el pasado 2 de noviembre de 2007 y cuando aún no lleva tres meses en la capital del Turia, la afición pidió su marcha a falta de cinco minutos para acabar el encuentro de ayer contra el Almería que acabó con 0-1. El holandés, que lleva diez jornadas de Liga, tan sólo ha sumado una victoria, tres empates y seis derrotas. Los números del Valencia desde su llegada son de descenso, después de sumar seis puntos de 30 posibles, el peor parcial de todos los equipos de la Liga.
Al margen de los fríos números, lo que más preocupa a la afición, a los dirigentes y al propio entrenador es la imagen y las sensaciones que transmite el equipo que cada vez más se aleja de los puestos de arriba de la clasificación y se acerca a las posiciones de descenso. Tanto es así, que el domingo por la noche el consejero Rafael Salom se desplazó al domicilio del presidente Juan Soler para hablar sobre la situación deportiva del equipo. Este tipo de reuniones suelen ser habituales, pero la de ayer cobra mayor importancia por las críticas de los aficionados hacia la figura del entrenador y por la posición del equipo, a cinco puntos de los puestos de descenso. Desde la llegada de Koeman, el Valencia ha visto como lleva caída libre en la Liga, ha sido eliminado de la Liga de Campeones, sin ni siquiera clasificarse para la Copa de la UEFA, y las pocas alegrías le han llegado en la Copa del Rey donde ha ganado los cinco partidos disputados: dos ante el Real Unión de Irún, dos frente al Betis y el de la ida contra el Atlético de Madrid.
'LIMPIEZA' EN EL VESTUARIO.
A pesar de ser un recién llegado, a Koeman no le ha temblado el pulso a la hora de hacer una remodelación en la plantilla blanquinegra y hasta seis jugadores han sido señalados por el entrenador. Dos de ellos, Gavilán y Fernandes, ya no están bajo sus órdenes, mientras que otros cuatro no cuentan para el entrenador: Cañizares, Angulo, Albelda y Sunny. La decisión de apartar a los tres históricos ha levantado ampollas entre ciertos sectores del valencianismo, sobre todo, por el misterio que envuelve a todos los casos y especialmente el del capitán David Albelda. Ni el técnico y el presidente han aclarado los motivos por los que estos tres jugadores han sido apartados.
En estos tres meses, Koeman también ha tenido tiempo de dar el visto bueno a las llegadas del holandés Maduro y del argentino Éver Banega. Su compatriota fue titular en el choque de ayer, mientras que Banega ha llegado bajo de forma después de estar de vacaciones en su país. Koeman también ha aceptado que se construya un muro en el aparcamiento de la ciudad deportiva para separar a la prensa y a los aficionados de los jugadores, además de organizar entrenamientos a puerta cerrada tanto en Paterna como en el estadio de Mestalla. El holandés ha argumentado que todas estas medidas se han hecho para tener mayor tranquilidad durante el trabajo.