El anuncio de la lotería del 22 de diciembre, el encendido de luces... son momentos que para algunos marcan el inicio de la Navidad. Sin embargo, para muchos logroñeses y logroñesas, la Navidad comienza cuando El Soteño abre las puertas de su tienda en la calle Pilar Salarrullana número 16 de Logroño.
Desde las 9:30 de la mañana, el goteo de clientela es constante. Guirlaches, frutas, chocolate, turrones, polvorones... la variedad es infinita, pero sin duda alguna, el mazapán de Soto sigue siendo el producto estrella porque la Navidad son turrones y mazapanes. Y más en La Rioja donde seguro que en casi ninguna mesa faltará un mazapán de Soto estas fiestas tan especiales. En la zona norte de España degustamos el mazapán de Soto y en la zona centro, el mazapán de Toledo. En ambas, los ingredientes son los mismos: almendra y azúcar. Sin embargo, los mazapanes de Soto son más especiales. “En El Soteño elaboramos nuestros mazapanes con un 65% por ciento de almendra, los denominados de calidad suprema deben contener, al menos el 50%, y un proceso de elaboración especial que hace que los nuestros sean más jugosos, frescos y agradables de comer”, relata el gerente de El Soteño a Rioja2.
A pesar de que su consumo se concentra, sobre todo en Navidad, la fábrica de El Soteño no para las máquinas durante el año. Y es que en su catálogo hay una gran variedad de productos atemporales capaces de satisfacer los paladares más exigentes. Todo comenzó en 1928 en la fábrica ubicada en Pilar Salarrullana. “Empezamos fabricando los caramelos típicos de Logroño, las pastillas de café con leche que continuamos elaborando”. Y de ahí, dieron el salto a los productos típicos navideños a los que seguirían los productos con chocolate que fabrican todo el año como la amplia gama de bombnes, frutas con chocolate, trufas... De hecho, se muestran orgullos de ser los primeros que incorporaron el chocolate al típico mazapán.
Mimo y dedicación en la elaboración de sus productos es el secreto para que cerca un siglo después, El Soteño siga formando parte de muchos hogares durante las fiestas navideñas. De hecho, la fábrica ubicada en la antigua García Morato, hoy Pilar Salarrullana, pronto se quedó pequeña y decicieron comprar un nuevo local en la misma calle, en el número 16 donde actualmente se localiza la tienda. Y ese mimo, dedicación y buen hacer, pronto les obligaron a trasladarse a un lugar más amplio, a la actual fábrica ubicada en el Polígono de Cantabria.
Desde allí, continúan endulzando la vida a personas de aquí y de fuera. “Tenemos una clientela muy fiel de fuera de La Rioja que cada año nos realiza encargos durante estas fiestas navideñas”. Y para los que cada año se acercan hasta la tienda en Pilar Salarrullana de Logroño siempre tienen guardada alguna que otra sorpresa “cada año elaboramos productos específicos que sólo vendemos en tienda, como por ejemplo, unos turrones muy especiales y únicos”.
Pero además, los productos de El Soteño se han convertido en uno de los regalos estrella de la Navidad. “Muchas empresas confeccionan sus cestas navideñas con productos de El Soteño”, cestas que también están a disposición de particulares y que se pueden personalizar. “La variedad es infinita y el precio también, desde un mínimo de 15 euros la clientela puede encontrar cestas. El precio máximo, el que quiera cada uno”.
Clientela que han visto crecer desde el otro lado del mostrador porque por la tienda “hemos visto a pasar a varias generaciones de una misma familia, niños y niñas que antes venían con sus padres y ahora vienen con sus hijos”. Como siempre, y a pesar del paso del tiempo, El Soteño sigue oliendo a Navidad.