El Euríbor, tipo al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España, cerró septiembre en el 1,261%, con lo que acumula doce meses consecutivos de descensos y marca un nuevo mínimo histórico, que permitirá a los consumidores ahorrarse unos 325 euros al mes y 3.900 euros al año.
La tasa registrada recorta en más de cuatro puntos porcentuales el nivel de septiembre de 2008, cuando se situó en el 5,384%, la segunda más alta de la historia, por detrás de julio, que alcanzó el 5,393%.
Los usuarios que tengan una hipoteca media de unos 150.000 euros, a 30 años y con un diferencial de 0,85% (las entidades lo han incrementado en el último año), pagarán 562 euros al mes si se le aplica el Euríbor de septiembre, 325 euros menos de lo que pagaban hace un año (887 euros).
Sin embargo, esta diferencia en las cuotas supone sólo un cierto alivio en los bolsillos de algunos consumidores, ya que otros no pueden disfrutar de este recorte por las denominadas cláusulas 'suelo'.
Estas cláusulas, que muchos consumidores firmaron hace años al contratar su hipoteca y que muchas entidades han introducido ahora, han puesto en duda la transparencia de los bancos y han centrado las críticas de las organizaciones de consumidores.
De hecho, el Senado aprobó la pasada semana una moción que insta al Gobierno a actuar contra estas prácticas de algunas entidades de créditos en relación a la revisión de las hipotecas, y solicitará al Banco de España un informe sobre las cláusulas de los préstamos y la “efectiva traslación” de los descensos del Euríbor a las cuotas.
Los expertos apuntan a que el Euríbor continuará descendiendo hasta situar su nivel más bajo en torno al 1,20%, y que se mantendrá en este nivel hasta la segunda mitad de 2010. A partir de esta fecha, el indicador volverá a subir progresivamente hasta alejarse de los niveles mínimos actuales como consecuencia de la subida de tipos que podría iniciarse a partir de este período.
No obstante, los analistas creen que el repunte de los tipos de interés sólo se producirá si la economía dé señales reales y sólidas de recuperación.