La Cámara de Comercio e Industria de La Rioja observa con cautela, pero al tiempo se congratula de que el Gobierno central esté dispuesto ahora a dar marcha atrás y decida ampliar la vida útil de las centrales nucleares y aplazar el cierre de la central de Garoña (Burgos), previsto para 2013, lo que supondría un giro completo a su actual política energética.
No en vano, el Comité Ejecutivo de la institución cameral riojana mantuvo recientemente una reunión ordinaria en las instalaciones de la planta burgalesa, el pasado 10 de noviembre, para mostrar su apoyo a su continuidad, siempre y cuando se garanticen absolutamente todas las condiciones de seguridad en el funcionamiento.
Los miembros del Comité de la Cámara, con su presidente José María Ruiz-Alejos a la cabeza, visitaron la planta y mantuvieron un encuentro con los responsables de la empresa propietaria de la planta, Nuclenor, donde se pudo comprobar que en Garoña se han realizado unas fuertes inversiones en materia de seguridad para operar en perfectas y fiables condiciones.
Desde la Cámara de Comercio, organismo de representación y defensa de los intereses generales del mundo de la empresa, se entiende que el posible cierre de la central de Garoña puede afectar de forma negativa al tejido empresarial, ya que la energía es un componente muy importante para los costos de las empresas.