La casa pasiva, una solución ecológica ante el aumento de la factura eléctrica

Rioja2

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En todo el mundo, sólo existen 15.000 viviendas construidas bajo el standard de Pasivhous, es decir, capaces de consumir únicamente el 10% de la energía que consume una vivienda normal. Este ahorro energético, y consecuentemente económico, se consigue a través de unos métodos de construcción específicos y unos sistemas pasivos que consiguen que no haya corrientes de aire, se mantenga una tempertura constante y entre el aire totalmente limpio del exterior, con los beneficios que eso supone también para la salud.

En Arrubal encontramos una de estas viviendas. Se trata de una construcción que, a simple vista, no difiere en nada de cualquier otra casa. “Cada usuario puede construir su casa como quiera estéticamente, puede usar ladrillo, madera, hormigón, puede poner el techo plano o con una gran pendiente”, explica Celia Zorzano, de Construcciones Zorzano en un documental de Amigos de la Tierra, “en este caso hemos utilizado una placa de hormigón especialmente diseñada para anular puentes térmicos, además es totalmente sostenible porque, al ser prefabricada, no produce ningún residuo en la construcción y permite concluir el proyecto en apenas 4 meses”.

Para conseguir una temperatura adecuada en la casa sin necesidad de consumir grandes cantidades de energías, lo principal es el aislamiento. “No se trata de ahorrar calefacción poniéndose tres jerseys sino poniéndole un jersey a la casa”, explican los expertos. El aislamiento, la orientación del edificio e incluso el tipo de árbol que lo rodea, son cuestiones fundamentales.

Además, existen sistemas específicos que de forma limpia mantienen la temperatura. Es el caso de esta vivienda de Arrrubal que, mediante un recuperador de calor, cruza el aire del exterior con el aire viciado del interior de la vivienda. “Le roba la energía pero no se tocan”, explica Zorzano. De esta forma, el aire, además de caldear las estancias, entra libre de partículas, lo que supone un claro beneficio para la salud, además de hacer que no haya polvo en los muebles. El agua caliente sanitaria se consigue a través de placas fotovoltaicas.

El sobrecoste a la hora de construir este tipo de viviendas puede rondar entre el 2 y el 6%, una cantidad que se amortiza con el ahorro en las facturas en un plazo máximo de siete años. Si se opta por una construcción de madera, la inversión es incluso menor que la de una vivienda de segunda mano.

Este tipo de construcciones cada vez se hacen más frecuentes aunque en España todavía vamos muy por detrás de otros países de Europa. Sin embargo, la normativa establece que para 2018 todos los edificios públicos que se construyan deben incluir estas medidas y en 2020 todos los privados. ¿Por qué esperar?

* Mapa europeo de las construcciones certificadas por el Pasivhous Institute