@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } “Tenemos la Medallla de Oro de Logroño, la Medalla de la Solidaridad del Ministerio de Asuntos Sociales con motivo del centenario y el último que nos faltaba lo hemos conseguido y casi el que más ilusión nos ha hecho”, confiesa Emilio Martínez Carreras, presidente de la Cocina Económica.
Esta institución, que desde 1894 está ayudando a las personas con graves dificultades económicas, ha percibido un incremento del 40% de la atención que prestan desde la vendimia pasada. “No sólo es un comedor social, tenemos el centro de alojamiento alternativo para familias desestructuradas, estamos gestionando el centro de baja exigencia y tenemos también una guardería para los niños más desfavorecidos. Además el 7% del presupuesto, 70.000 de euros, los destinamos al Tercer Mundo, fundamentalmente, a una de las regiones más desfavorecidas de Bolivia”, señala el presidente de este organismo.
Las personas que acude a la Cocina Económica son, según Sor María Teresa, “gente que incluso han tenido una buena vivienda, pero que al quitarles el trabajo vienen aquí a comer. Lo más difícil es la gente de baja exigencia que son los que están por La Glorieta, pero los demás son personas que se están ayudando a sí mismas para salir de esa situación”.
Sor María Teresa, una de las siete hermanas que atienden a la gente que acude a la Cocina Económica, asegura que ahora vienen más españoles que inmigrantes, a diferencia de hace unos meses. A la guardería acuden unos 57 niños de unas 14 nacionalidades diferentes y esta institución reparte al día de 80 a 100 comidas.