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La crisis no impide que se llenen los hoteles riojanos en el puente del Pilar

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Descolgamos el teléfono y marcamos el número de uno de los hoteles de Logroño. Una amable recepcionista nos pregunta qué deseamos y al comunicarle que necesitamos una habitación doble para el próximo fin de semana, Puente del Pilar, nos contesta que es imposible, que está todo completo. No corremos una suerte diferente si lo intentamos a través de las páginas web de hasta cinco hoteles de La Rioja: no hay habitaciones libres para esa fecha.

El mes de septiembre y octubre representan la temporada alta para la hostelería riojana. Las fiestas de San Mateo y la época de vendimia atraen cada año a miles de turistas a La Rioja. A estos atractivos naturales se unen dos factores claves: el buen tiempo, inusual para esta época del año y que el día de Todos los Santos cae en domingo por lo que en muchas comunidades autónomas no se celebra puente.

En La Rioja hay 53 hoteles que representan más de 6.000 plazas de las cuales, 2.800 están en Logroño. Después de un verano difícil y hasta “preocupante” en palabras del presidente de la Asociación de Hosteleros de La Rioja, Jaime Calzada y responsable del Hotel Marqués de Vallejo de Logroño, el puente del Pilar garantiza al menos un respiro para estos profesionales. La crisis económica está haciendo mella en el turismo y por ello, muchos empresarios hoteleros han bajado el precio del alojamiento. “Los precios están en función de la oferta y la demanda”, dice Calzada, “este año, como en toda la hostelería nacional, hemos tenido que hacer rebaja de precios muy importantes, incluso en algunos casos son bajadas temerarias”.

Una habitación doble en un hotel riojano podía costarnos de 50 a 60 euros durante este verano, época en la que se ha notado el bajón del turismo y que se ha prolongado también hasta septiembre, en las Fiestas de San Mateo también se ha registrado un menor número de turistas que el año pasado. “Es una bajada un tanto temeraria porque con ese precio no se llegan ni a cubrir los costes”, asegura Jaime Calzada, “pero es normal que cuando hay una demanda excesiva, el empresario suba el precio, si no, no se cumplirían las leyes del mercado”.

Los hoteles tienen que aprovechar el tirón de la vendimia: paisajes con una gran gama de tonos muy atractivos, bodegas a pleno rendimiento con la llegada de la uva y un turismo enológico en pleno auge. “Por delante tenemos los meses de invierno, son meses muy bajos con muy baja actividad”.

A La Rioja llegan cada año dos tipos de turistas: un turista de negocio, profesionales que llegan para tratar asuntos de empresa y que pernocta un día, los más mayoritarios, y el turista de ocio, turista de fin de semana que se queda dos o tres noches, tiempo suficiente para visitar La Rioja. La gran apuesta de los hoteles es fomentar este tipo de turismo. “La mejor manera de hacerlo es ofrecer más calidad en nuestra oferta hoteleras”.

La Asociación de Hosteleros engloba a todo tipo de establecimientos: desde hoteles de cuatro o tres estrellas hasta pensiones o fondas. Estas últimas son tan importantes como los hoteles con más prestaciones ya que cumplen un servicio fundamental ya que cada turista elige en función de su capacidad económica. “El problema de la crisis es el mismo para todos, la bajada de turistas la hemos notado todos de igual manera”.

Por ello, el próximo fin de semana es la gran oportunidad, quizás la última del año, para los hoteleros riojanos de ver el cartel de “no hay habitaciones disponibles” sobre el mostrador de su recepción.