A primera hora de la mañana hondureña (16h. en España) el Congreso de Honduras iniciará una reunión para analizar el acuerdo mediante el cual se confía en resolver la crisis política que vive el país y que podría concluir con la vuelta al poder del depuesto presidente Manuel Zelaya, derrocado el pasado 28 de junio.
Mientras tanto, los partidarios de Zelaya protestan reclamando la restitución del mandatario y miembros del Frente Nacional contra el golpe de Estado inician una vigilia frente a la sede del Congreso para exigir la vuelta al poder de Zelaya, en base a los acuerdos firmados el pasado viernes entre el Ejecutivo depuesto y el que gobierna el país 'de facto'.
Ante esta situación, el presidente del Congreso, José Ángel Saavedra, ha declarado en los medios locales que “nadie le puede poner plazos al organismo legislativo”y que, por tanto, no caben presiones de este tipo.
La firma de este acuerdo ha tenido dos lecturas muy distintas en cada parte del conflicto. Por un lado, para los seguidores de Zelaya no existe un margen de tiempo para la vuelta al poder del mandatario. “El espíritu del acuerdo es la restitución del presidente Manuel Zelaya”, ha señalado la negociadora Mayra Mejía horas antes de que llegue a Honduras la delegación liderada por el ex presidente chileno, Ricardo Lagos, para garantizar el cumplimiento del acuerdo alcanzado entre las dos partes.
Sin embargo, los negociadores de Roberto Micheletti piensan que el pacto les ha ofrecido una oportunidad muy diferente. “El ex presidente Zelaya puede ganar por un voto o puede perder por un voto. Ellos decidieron jugarse la suerte en el Congreso Nacional”, ha indicado ante los periodistas Armando Aguilar Cruz, negociador del gobierno de Micheletti.