La curva de contagios en La Rioja está en una “suerte de estabilidad”, ha señalado este viernes el director general de Salud Pública, Pello Latasa, que ha advertido de que se observa “un cambio de tendencia”.
A falta de consolidar los datos, Latasa ha indicado que la curva de contagios “parece que dibuja una meseta, pero a lo mejor en dos días dibuja otra cosa”. Por ello, no ha descartado adoptar nuevas medidas si la situación empeora.
Eso sí, por el momento ha defendido las restricciones anunciadas por el Gobierno riojano para el periodo navideño. Se trata, ha recalcado, de medidas “acordes a la situación epidemiológica, a nuestros datos y dentro de ese marco de consenso”. Además, ha subrayado, se ha planteado un “plus de protección” .
El director general de Salud Pública ha destacado que, aunque la incidencia haya disminuido enormemente en la comunidad en las últimas semanas, la presión asistencial es una preocupación continua para el Ejecutivo. “La ocupación de camas UCI es muy elevada”, ha reconocido.
Estudio de seroprevalencia
Latasa ha analizado los resultados de la cuarta ronda del Estudio Nacional de Seroprevalencia ENE-COVID cuya cuarta ronda se llevó a cabo en todo el país a finales del pasado mes de noviembre y en la que participaron en torno a 1.300 riojanos. El estudio ha sido elaborado por el Ministerio Sanidad, junto al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), con la colaboración de todas las comunidades autónomas.
“Una de las conclusiones más importantes que se extrae del estudio es que la tasa de detección de nuevos casos por COVID-19 en la segunda ola de la pandemia en La Rioja ha sido del 93%”, ha destacado Latasa.
En este sentido se evidencia que, entre la tercera ronda efectuada en junio y la cuarta, que se llevó a cabo en noviembre, se ha identificado que un 4% de la población de La Rioja han resultado nuevos positivos, lo que equivaldría a que 12.627 riojanos han pasado la enfermedad. Durante ese periodo, el sistema de vigilancia epidemiológica de la comunidad ha sido capaz de realizar 11.685 nuevos diagnósticos y “esto pone de manifiesto nuestra gran capacidad de detección de la infección”, ha explicado el director general.
Según refleja el estudio de seroprevalencia, La Rioja está por debajo de la media española tanto en los resultados de la segunda oleada (5,3% frente a 7,1%) como en cuanto a la prevalencia global (8,2% frente a 9,9%).
En este sentido, “las cifras apuntan a que La Rioja habría logrado contener la propagación del virus mejor que el conjunto de España, y que se ha logrado gracias a nuestra capacidad de detección de precoz, al cumplimiento de los aislamientos y las cuarentenas y a las medidas de protección que se han ido adoptando, entre ellas, los confinamientos perimetrales, la reducción de aforos, la vigilancia del cumplimiento de las medidas o la colaboración con todos los sectores para su implicación”, ha detallado Latasa.
Tal y como se ha precisado también, los datos ofrecidos por el estudio de seroprevalencia, que se ha realizado con test de antígenos, no permiten pensar que ninguna provincia vaya a llegar en el corto o medio plazo a la inmunidad de grupo, para lo que se necesitaría que dos tercios de población hayan pasado la enfermedad.