La Federación de Empresarios de La Rioja (FER) reclamó hoy el respeto a las resoluciones de la autoridad laboral y a las decisiones de las pymes sobre los ERE y exigió a los sindicatos y trabajadores que “no utilicen como estrategia la presión, las manifestaciones callejeras y otro tipo de medidas de fuerza que aniquilan la actividad económica y causan más daño a las pequeñas y medianas empresas riojanas”.
En un comunicado, la patronal riojana afirmó que “ese es el caso” de la empresa Tonelería Mecánica Riojana, cuya representación sindical “lleva 15 días perjudicando más a la empresa y al mantenimiento del empleo, más aún cuando la suspensión de empleo propuesta por la empresa ha recibido una resolución administrativa favorable”. La FER defiende la decisión de la empresa y exige el respeto debido, tanto a la determinación de la empresa que es un beneficio para todos, como a las decisiones de la autoridad laboral.
Además, en el caso de Tonelería Mecánica Riojana (Envases Murúa), “la situación de presión de sindicatos y trabajadores es constante desde mediados de abril, cuando se inicio la huelga, una circunstancia que ha provocado incluso la retirada de algún pedido por parte de alguna bodega, lo que es absolutamente inaceptable. Los trabajadores se están tirando piedras contra su propio tejado”, añadió la FER.
Ante la actual situación económica de crisis, pérdida de actividad de las pymes y fuertes reducciones de la carga de trabajo, la FER considera que “todos los ERE deben ser aceptados por la Administración, puesto que responden al objetivo de mantener la actividad de la empresa y no cerrarla. Los ERE se producen por circunstancia ajenas a la empresa y son la última decisión para hacer viable la actividad empresarial”.
La patronal apuntó que “es necesario ser consciente de la situación por la que atraviesan las pymes, porque se van a producir situaciones similares a esta en el futuro”. “Y lejos de encauzar la conflictividad laboral y de normalizar la situación, las presiones absurdas de los sindicatos provocan un quebranto empresarial que la FER no va a permitir y va a denunciar cuantas veces sea necesario”, añadieron.
La FER entiende que “es inaceptable seguir echando fuego a la situación particular de cada empresa, como única manera de mostrar el desacuerdo por una decisión”. Se podrá estar más o menos de acuerdo con la decisión de una pyme y con la resolución de una Administración, pero “en todo caso debe respetarse y mostrar el desacuerdo por vías pacíficas y sensatas”.
Por ello la FER reclama a los sindicatos y trabajadores que “reconduzcan la situación, que sean más prudentes y enseñen a la sociedad su lado moderado y de compresión, que sean capaces de priorizar el diálogo y el entendimiento y que no estén un día sí y otro también convocando manifestaciones ante las empresas y ante la sede de la FER, cuya utilidad es nula”. Únicamente consiguen “seguir destrozando la imagen social y la reputación de los pequeños empresarios, que luego debe recuperarse en bien de la actividad futura de las empresas”.
Las pymes recuperan actividad y generan empleo en cuanto las circunstancias lo permiten. Por lo tanto, “es comprensible que también adopten decisiones difíciles pero legítimas, que llevan al ajuste de determinados puestos de trabajo de forma puntual, con el fin estratégico de mantener la empresa y poder remontar la situación en el futuro”.