Acompañado de Maite Pagazaurtundúa, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Javier Mina ha venido a Logroño para presentar su libro “Vidas paralelas”. Una obra que evoca diversas y curiosas figuras literarias con las que nos propone un interesante juego de contrastes y paralelismos. También ha hablado sobre otras parejas, y no precisamente literarias, como Estado-ETA o periodismo-independencia.
En Vidas Paralelas nos presentas intrigantes parejas literarias como Don Quijote y Sancho o Romeo y Julieta. Háblanos de ellas y de su paralelismo.
En este libro planteo preguntas del tipo: ¿por qué Romeo y Julieta no son compatibles y Quijote y Sancho sí? Aparte de porque los autores lo quisieron así, yo revelo algunas claves para entenderlo. Romeo es un personaje nocturno y Julieta repesenta el sol, el día, por lo tanto, su relación es imposible. Sin embargo, Quijote y Sancho, que en un principio son como el aceite y el agua, no llegan a cambiarse el papel, pero si evolucionan hacia un punto central.
Eres director de la revista literaria “Bitarte”, sin financiación estable. ¿Cuál es el precio de la independencia en periodismo?
A pesar de que en todos los números de nuestra revista publicamos un artículo en euskera, no somos nacionalistas y en el País Vasco, se promociona únicamente la cultura nacionalista. Lo mismo ocurre con el Ateneo Guipuzcoano, del que soy miembro y he escrito recientemente un libro sobre su historia. No perteneces al sector oficial de la cultura, pero la ventaja es que no tienes que comulgar con ruedas de molino.
¿Qué opinas de determinados medios de comunicación que mueven masas y que intentan manejar partidos políticos mediante sus propios votantes?
La objetividad es imposible, pero una cosa es tener sensibilidades de izquierdas o de derechas y otra cosa es esto. Simplemente, no procede.
Además eres colaborador en periódicos de referencia a nivel nacional. ¿Qué podemos aprender de la literatura para entender la coyuntura política?
Bastante, aunque la cosa ha cambiado. Hace 30 o 40 años se buscaba en la literatura principios, moralidad, ideología... ahora lo único que se le pide es entretenimiento. Yo escribí hace poco un texto literario que se titulaba “El ojo del cíclope”, que es una crítica a los totalitarismos.
Esta misma noche han detenido al número uno de ETA y a su cúpula. ¿Cúando terminará esto?
Hay que tener cautela. Ójala esto produjera un efecto dominó, pero ha pasado ya muchas veces y siempre acaban reemplazándoles y rearmándose. Si los partidos políticos siguen unidos y continúa el acoso y derribo de los terroristas por la via judicial y policial, el fin estará más cerca. Cualquier partido político que se convierta en el Gobierno de España está condenado a intentar acabar con este lastre, pero las concesiones políticas suponen siempre un paso atrás. Veremos lo que pasa en los próximos meses.
También formas parte de la Plataforma ¿Basta Ya!. ¿Qué te parece que el lendakari pidiera perdón a las víctimas del terrorismo por no haberlas apoyado lo suficiente?
Está bien que diga eso, a que diga lo contrario o no diga nada, pero hay una contradicción manifiesta. Esa declaración tiene que ir precedida de, al menos, unas consecuencias políticas y lo que dijo el otro día de que el Estado amparaba las torturas a terroristas es una canallada.
¿La sociedad ha cambiado en ese sentido? ¿Ahora se tiene menos miedo a decir abiertamente no a ETA?
Yo no soy tan optimista. Para que cambien los políticos, deben exigírselo los ciudadanos y las últimas manifestaciones masivas contra ETA ya datan de unos años. La mayoría de la gente en el País Vasco sigue mirando hacia otro lado, como si no les incumbiera.