La larga lista del patrimonio riojano en peligro de desaparición

Castillos, iglesias, ermitas, fábricas... La lista del patrimonio riojano en peligro de extinción es larga y así lo ha puesto de manifiesto este martes la asociación Rioxa Nostra.

En un acto celebrado en el Ateneo Riojano, el colectivo ha repasado su simbólica 'lista negra', que se suma a la 'lista roja' que se elabora a nivel nacional desde Hispania Nostra.

En esta lista negra riojana del patrimonio hay alrededor de 30 bienes patrimoniales ubicados en distintos puntos de la geografía riojana:

Castillo de Robres de Castillo.

Iglesia de Santa María de Robres del Castillo.

Castillo de Jubera.

Ermita de Santa María de Rute en Ventas Blancas.

Torres-fuertes de Igea.

Ermita de San Vicente de Murillo de Río Leza.

Conjunto de las Cuevas de Herce.

Convento de San Francisco de Nalda.

Iglesia de San Miguel en Reinares.

Ermita del Cristo en Poyales.

Fábrica de Zapatillas Mendiola en Munilla.

Ermita de San Esteban de Canejada

Conjunto de la iglesia y torre de Muro de Aguas.

Palacio de los Condestables de Casalarreina.

Antigua estación de tren de Valverde.

Convento de Campolapuente en Cornago.

Iglesia de Santa María en Santa María de Cameros.

Ermita de Serrias en Treguajantes.

Ermita de la Virgen del Pópulo en Trevijano.

Iglesia de Santo Tomás de Negueruela.

Torres-fuertes de Cellorigo.

Iglesia de San Vicente de Munilla.

Conjunto de las minas de Jubera.

“Se encuentran principalmente en la denominada Rioja Vaciada, en la zona más rural, en la sierra...Y queremos hacer hincapié en que hay que darles también valor, preservarlos, conservarlos... Hay algunos que están ya en un estado bastante ruinoso, aunque otros sí son más recuperables”, explica David Antón, de Rioxa Nostra.

En la lista hay desde elementos de carácter defensivo (castillos, etc.), obras religiosas y también edificios civiles, como por ejemplo la fábrica de Zapatillas Mendiola en Munilla, que vuelve a hablar del pasado industrial de muchos de estos municipios riojanos.

En el ámbito religioso, reconoce Antón, es donde más difícil es “discernir a quién le tocaría conservarlo, protegerlo y, en su caso, recuperarlo, si a la propia iglesia, si entran en juego otras instituciones....”

Desde Rioxa Nostra echan en falta una mayor implicación a la hora de preservar todo este patrimonio riojano. Aunque sí reconocen que algunos elementos “han tenido suerte de poder pasar a la lista verde, como los bancos de Pradillo, por ejemplo”. También ha resaltado cómo el Gobierno de La Rioja tiene intención de actuar en la iglesia de Santiago en Ribalmaguillo como observatorio de estrellas.

El colectivo valora especialmente las iniciativas que, a título personal o por parte de colectivos en los municipios, han apostado por tratar de restituir este patrimonio. Así, destaca casos como el de Treguajantes, donde “sobre todo los chavales del pueblo se molestan cada fin de semana en recuperar el pueblo”. También el castillo de Arnedillo o las obras que se están ejecutando a través de crowdfunding para la iglesia de San Francisco en Alfaro.

Pero desde Rioxa Nostra recalcan que a muchos de estos bienes ya se llega tarde y citan otros casos en los que la actuación ha llegado después de daños ya irreparables, como el puente de hierro de Arenzana, el Puente Mantible en Logroño o “el vergonzoso caso del palacio de Inestrillas, que se vino abajo y ya no lo veremos más”.

Paisaje

Además de estos bienes arquitectónicos y artísticos del patrimonio riojano en peligro, la asociación quiere poner en valor el patrimonio paisajístico. “Debemos prestar especial atención a la protección de nuestros paisajes ante la posible afección que supondría la instalación de parques eólicos y fotovoltaicos”, explica Antón.

También apuntan la necesidad de preservar los conjuntos de los barrios de bodegas en numerosos pueblos y reseñan también la importancia de salvaguardar elementos de patrimonio menor como podrían ser chozos, fuentes, hornos, tejeras, corrales, etc.