Se acabó la igualdad en la Primera División Española. Vuelve el bipartidismo futbolístico de Real Madrid y FC Barcelona que, como ya ocurriera el curso pasado, proponen a base de victorias y un ritmo insoportable para el resto una temporada descafeinada en la lucha por el título, sin opción a las sorpresas, sin margen de error, con una historia asegurada que solo contempla dos posibles finales con los de Guardiola o los de Mourinho como triunfadores.
Doce jornadas, apenas tres meses de competición, han necesitado los 'grandes' para devolver a la realidad al sorprendente Levante y a las eternas alternativas. Los Valencia, Sevilla, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao o Villarreal están ya demasiado lejos del primer puesto y deberán centrarse, únicamente, en sus cometidos europeos y en finalizar lo más arriba posible el campeonato nacional para recorrer el viejo continente en el curso 2012/2013.
Y es que los presupuestos de unos y otros son, sencillamente, de Ligas distintas. El fútbol español se encuentra en la encrucijada de decidir si quiere caminar hacia un modelo similar al del balompié escocés o si, por el contrario, opta por repartir beneficios y, de ese modo, devolver parte de la competitividad vista años atrás.