“La paz no puede echar raíces si viene de afuera”, así lo ha aseguró el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, al Consejo de Seguridad de la organización, mientras el órgano discutía sobre como sonsolidar la paz inmediatamente después de los conflictos para evitar que se reanuden.
“La construcción de la paz es en primer lugar un desafío y una responsabilidad nacionales. Las Naciones Unidas deben desempeñar un papel catalizador y de apoyo”, afirmó Ban en su intervención. Agregó que el sistema de la ONU tiene que asumir el liderazgo de la comunidad internacional, y se requieren contribuciones de todos los organismos del sistema, además de la necesaria estrategia común a este respecto.
El Secretario General de Naciones Unidas afirmó que “inmediatamente después del conflicto todo parece urgente y hay necesidades muy apremiantes” y añadió “debemos alinearnos detrás de un enfoque compartido con prioridades realistas en las que colocar los escasos recursos”.
Mencionó, además, la necesidad de que la ONU disponga de fondos suficientes para llevar a cabo su tarea en esta materia.
Por otra parte, Ban Ki-moon ha instado al gobierno de Israel a cumplir con sus obligaciones internacionales y congelar la construcción de nuevos asentamientos en los territorios ocupados. Envió este mensaje en la reunión que celebra en Ginebra el Comité sobre los derechos inalienables del pueblo palestino, el Secretario de Naciones Unidas sostuvo que esos enclaves no sólo son ilegales, sino que obstaculizan el proceso de paz.
También pidió a ese país que permita la entrada de insumos, bienes y materiales de reconstrucción en Gaza abriendo los pasos a la Franja, y lamentó que Hamás no haya renunciado a la violencia, porque dificulta la unidad palestina y la solución de dos estados con Israel.
A la hora de los elogios, el Secretario General de la ONU y su representante especial para Sudán elogiaron la decisión dictada este miércoles por la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya, que definió los límites de la zona de Abyei, en Sudán. Desde Naciones Unidas consideran esta medida un “enorme paso adelante” para la implantación de un acuerdo de paz comprensivo.
La región había quedado fuera del acuerdo de paz de 2005 que puso fin a casi dos décadas de guerra civil entre el norte y el sur del país. Las tensiones provocaron sangrientos enfrentamientos el año pasado, durante los cuales murieron cerca de 100 personas y decenas de miles resultaron desplazadas.