La Plaza de México ya no estará a oscuras gracias a un alumbrado provisional
Las esperadas obras de reurbanización de la Plaza de México, que han comenzado este lunes, se prolongarán durante unos ocho meses y acarrearán ciertas molestias para los vecinos de la zona. El alumbrado antiguo está siendo retirado, lo que ha dejado sin luz la plaza durante estos días, aunque desde el Ayuntamiento ya han anunciado que se habilitará un sistema provisional de alumbrado.
Y es que algunos vecinos de habían quejado de la falta de iluminación. Esta semana se ha vallado la plaza para impedir el paso, lo que obliga a los vecinos que normalmente pasan por allí a tener que rodear y salir por la calle Poeta Prudencio.
Los trabajo tiene un presupuesto de 977.593,24 euros, que va a ser financiado a cuenta del superávit obtenido en 2017.
Las obras
La plaza de México, que data de los años ochenta, se había quedado obsoleta por el paso del tiempo, tanto en su diseño como por sus materiales. Con esta remodelación se eliminarán los desniveles existentes y los problemas de accesibilidad y se cambiará el pavimento, además de renovarse todas las redes de servicios (abastecimiento de agua, saneamiento, electricidad, telecomunicaciónes,...), y se le dotará de nuevo alumbrado público y mobiliario urbano.
El proyecto contempla la creación de una nueva zona estancial -en la que destacan tres marquesinas para proporcionar sombra y una fuente ornamental- y la instalación de juegos infantiles en un espacio de más de 100 metros cuadrados.
Además, se diseñan caminos de conexión entre la plaza y las calles perimetrales, contribuyendo a mejorar la accesibilidad de los peatones y la relación de este espacio con el resto de la ciudad. De hecho, la plaza de México ganará protagonismo en la ciudad, al vincularse al entorno de la primera fase del soterramiento, con lo que su remodelación permite recuperar para Logroño una de sus plazas más singulares y más desconocidas.
El proyecto también establece el mantenimiento de parte del arbolado (populus alba, conocidos como chopo boleana), con algunos ejemplares de gran porte, y complementarlo con nuevas plantaciones y más espacios verdes. De hecho, se realizaron pequeñas modificaciones en el espacio para preservar una hilera de unos diez ejemplares de populus alba y otros cinco árboles se van a trasplantar; por contra, entre quince y veinte árboles tendrán que retirarse ya que presentan riesgo de caída por la podredumbre del interior del tronco, al estar enfermos, y ha sido descartada por criterios técnicos la posibilidad de trasplante con opciones de supervivencia.
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