Baja el número de personas que abandona La Rioja. Es una de las conclusiones del estudio sobre las 'Principales características demográficas de la Rioja'. Informe que también advierte de que la demografía riojana continuará pivotando sobre tres ejes: baja natalidad, fuerte envejecimiento de la población y ligera feminización.
El consejero de Administración Pública y Hacienda, Alfonso Domínguez, ha presentado el informe en que también se constata que por primera vez, respecto al comportamiento del colectivo extranjero, las mujeres extranjeras en La Rioja superan al número de hombres de dicho colectivo.
El consejero ha destacado que de la lectura de los resultados obtenidos revela, por un lado, “datos positivos que vienen a corroborar la recuperación del camino de la estabilidad emprendido por La Rioja” y, por otro lado, de otros parámetros que nos advierten de futuras necesidades de gasto público.
Entre los primeros, Domínguez se ha referido a los movimientos migratorios y ha recordado que “son uno de los procesos que más han influido durante los últimos años en la demografía española y, más aún si cabe, dado su escaso tamaño, en la sociedad riojana. Su análisis es clave en cualquier estudio demográfico de la última década”.
Pues bien, al respecto ha destacado que aunque en 2014 La Rioja registró un saldo migratorio negativo de 1.602 personas (es decir, 1.602 más salidas que llegadas), justificado principalmente por el colectivo extranjero, por primera vez esta cifra revela un cambio de tendencia tras varios años de saldos negativos crecientes.
Así, los últimos datos disponibles reflejan que la inmigración, es decir, los movimientos de entrada han vuelto a crecer (6,0 por ciento) y sobre todo que la emigración o lo que es lo mismo, los traslados fuera de la región, han disminuido un 18,5 por ciento. Además, es destacable que en la inmigración con destino La Rioja el origen está preferentemente en otras regiones españolas, como así lo demuestra el hecho de que cada diez movimientos de llegada a nuestra región siete tienen su origen en otras zonas del país y los otros tres partieron de fuera de nuestras fronteras. En el caso de la emigración, de cada diez movimientos de salida desde La Rioja, seis se dirigen a otras comunidades autónomas y cuatro a otros países.
Para explicar estas conclusiones, Domínguez ha ido desgranando las distintas cifras que recoge la publicación. En total, La Rioja cuenta con 317.053 habitantes, según el Padrón Municipal, y 313.569 según Cifras de Población, una diferencia de 3.484 personas que no afecta a la estructura poblacional. No obstante, este desajuste obedece, principalmente, a que los ciudadanos que abandonan la región con destino a un país extranjero no están obligados a darse de baja en el Padrón Municipal.
Dado que las cifras de carácter oficial a nivel estatal e internacional vienen dadas por las llamadas Cifras de Población, son éstas la principal fuente de información en el estudio. Así, la cifra de 313.569 habitantes implica un descenso por tercer año consecutivo, tras un máximo de población de 320.951 residentes en 2012. Con todo, en la última década (2005-2015) la población riojana ha crecido un 5,2 por ciento, pasando de 298.050 a 313.569 habitantes. Un resultado en el que hay que tener muy en cuenta los intensos flujos migratorios. En la actualidad hay 33.921 extranjeros en la región.
De hecho, la Proyección de Población para el periodo 2014-2029 advierte de que la demografía riojana “continuará pivotando como en proyecciones anteriores sobre tres ejes: una baja natalidad, un fuerte envejecimiento y una ligera feminización”. Estos cálculos prevén que la población residente disminuirá durante ese periodo en 16.862 personas (-5,36 por ciento); se acentuará la hegemonía femenina, con 7.927 mujeres más que hombres; y la Tasa de Dependencia (relación entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y las población de 16 a 64 años) pasará del 55,0 por ciento en 2014 al 64,5 por ciento quince años después.
Atendiendo a la estructura poblacional, la publicación revela que el 36,7 por ciento de los riojanos se encuentra en el grupo comprendido entre 16 y 44 años; seguido de la franja de 45 a 64 años, con el 27,5 por ciento; y a continuación, los mayores de 65. La distribución por edades de la población riojana queda reflejada en una pirámide típica de sociedades envejecidas, en las que la esperanza de vida es larga y nacen pocos niños. Asimismo, en 2015 ha continuado acentuándose la brecha entre hombres y mujeres que se inició en 2012, año en el que el número de féminas superó por primera vez en años al número de varones. En 2012 había 315 mujeres más que hombres; en 2013 eran 1.559; en 2014, 2.734; y en 2015, 3.528 mujeres más.
En esta evolución se aprecia claramente la influencia de fenómenos migratorios, ya que el crecimiento de la población riojana de nacionalidad española muestra mayor estabilidad. La edad media de la población riojana es de 43 años y medio, un año por encima de la media nacional. Los datos obtenidos reflejan el progresivo envejecimiento de la población riojana, similar a otras sociedades avanzadas y que, en gran medida, es fruto de una mayor esperanza de vida de sus ciudadanos y de las bajas cifras de natalidad.
Domínguez ha repasado los datos y ha apuntado que en 2014 hubo un crecimiento negativo de 52, es decir, fallecieron 52 personas más de las que nacieron y La Rioja no tenía un saldo vegetativo negativo desde 2002. En total, fallecieron 2.886 personas (1.499 hombres y 1.387 féminas), por lo que murieron 112 hombres más que mujeres. Por el contrario, nacieron 2.834 niños, 69 menos que en 2013, lo que supone una disminución anual del 2,4 por ciento, cuando en España se produjo un repunte del 0,4 por ciento. La esperanza de vida al nacer es de 83,8 años en La Rioja (86,9 en el caso de las mujeres y 80,7 en el de los hombres). Por lo que respecta a la nupcialidad, en 2014 contrajeron matrimonio 1.127 parejas, frente a las 1.003 en 2013, lo que implica un crecimiento anual del 12,4 por ciento.
A la vista de esta situación, el consejero ha destacado que el Gobierno de La Rioja trabaja en la elaboración de la Agenda para la Población, una herramienta para hacer frente a los desafíos poblacionales de la región, tales como el envejecimiento y la despoblación del medio rural, cuyo borrador estará listo antes del verano. Asimismo, el Ejecutivo regional que preside José Ignacio Ceniceros “apuesta por una política de claro apoyo a las familias”, ha asegurado Domínguez.
Por municipios
Según el Padrón Municipal, de los 174 municipios riojanos, 131 no superan los 500 habitantes. Logroño aloja a casi la mitad (47,7 por ciento), con 151.344 habitantes. En total, 3 de cada 4 riojanos (76,5 por ciento) residen en 9 localidades. Respecto al año 2000, los incrementos de población han sido especialmente significativos en dos poblaciones del entorno de la capital, como son Villamediana de Iregua (pasa de 2.260 habitantes en 2000 a 7.643 en 2015). Lardero ha visto triplicada su población en este periodo, pasando de 6.265 a 9.448 vecinos. También destaca por su crecimiento Autol, que ha crecido un 126 por ciento en los últimos 15 años.
Pradejón (34,2 por ciento), Ausejo (30,3 por ciento), Autol (24,4 por ciento) y San Román de Cameros (22,1 por ciento) son los municipios en los que el porcentaje de extranjeros supera el 20 por ciento. Logroño concentra prácticamente a la mitad de extranjeros residentes, con el 11,5 por ciento de la población total.
Como dato curioso cabe destacar que Villamediana de Iregua es el municipio con mayor porcentaje de población joven (el 21,9 por ciento tiene menos de 16 años), mientras que Rincón de Soto y Santo Domingo de la Calzada continúan a la cabeza de las localidades más envejecidas (el colectivo de mayores de 64 alcanza el 21,4 por ciento y 20,7 por ciento, respectivamente).