La poesía se hace eco de un tiempo “en el que regresan los niños que la única comida que hacen es en la escuela”

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La décima edición de Agosto Clandestino trae hoy al poeta Antonio Crespo, quien en 'Los Regresados' recuerda que “estamos en un tiempo en el que regresan los zapatos gastados, los niños que la única comida saludable que hacen es en la escuela pública, la gente que no puede asistir a los hospitales públicos”.

En un encuentro con los medios de comunicación en el Espacio Santos Ochoa, donde esta tarde Crespo acercará su poesía junto a Felipe Fuentes, el poeta madrileño ha hecho referencia a la portada elegida por Agosto Clandestino en su décima edición: “unos zapatos viejos”.

Y es que, para Crespo, “regresa el tiempo en que vuelven los que nunca han regresado; los más de cien mil españoles que están enterrados en las cunetas”, también, “la intolerancia, la falta de dialogo, el desprecio hacia aquellos que piensan distinto”.

Pero también es “el regreso de las personas que han vivido con dignidad, coraje y bondad” y, así, “regresan en este libro algunos ausentes como el poeta Félix Grande” al cual le dedica un poema y cuya vida es “la historia trágica de este país”; tanto “la de él como la de su mujer, que tuvo que salir al exilio con nueve años”.

Antonio Crespo (Madrid, 1951) es licenciado en Filosofía y Letras y Diplomado en Estudios Portugueses. Desde 1997 es responsable de las páginas literarias de las revista Viento Sur.

A las 20:00 horas de hoy, en el Espacio Santos Ochoa, se le podrá escuchar junto a Felipe Fuentes (Zamora, 1945), poeta y licenciado en Ciencias Matemáticas que no puede eludir que la prensa, habitualmente, le pregunte qué relación tienen las matemáticas y la poesía.

“La poesía está llamada a emocionar más que a convencer”, responde reconociendo la diferencia entre ambas disciplinas. No obstante, advierte de que él no contempla, adrede, su relación a la hora de crear porque el ser humano es capaz de albergar varias disciplinas.

En Agosto Clandestino, dentro del libro 'Liturgia de la disgregación', contempla una “poesía pesimista, del trance entre el ser y el no ser; el paso del tiempo”.