La Policía de Honduras ha asaltado este miércoles la Universidad Nacional Autónoma, donde los estudiantes estaban llevando a cabo una asamblea para reafirmar su oposición y la de la Junta de Gobierno de la Universidad al golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.
La Policía consiguió entrar en la Universidad, pero los centenares de estudiantes que se encontraban dentro del edificio lograron expulsar a las fuerzas de seguridad, que están utilizando un cañón de agua y gases lacrimógenos para reducirles, según informó el director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios, que se encuentra en el lugar del incidente. Además, según Palacios, algunos testigos dicen haber oído “disparos esporádicos”.
El enfrentamiento entre los estudiantes y los agentes se prolongó varias horas en la jornada de ayer. Según indicó Palacios, “se han producido varios heridos, aunque parece que no ha habido detenciones”. “La Policía está aplicando toda la fuerza contra los estudiantes”, dijo el observador de Derechos Humanos, al tiempo que añadió que incluso la rectora de la institución, Julieta Gonzalina Castellano, relató que fue agredida por varios agentes, que la tiraron al suelo y la golpearon, y después alegaron que había sido un error. “Hay coches ardiendo dentro de la universidad”, agregó.
Rafael Palacios estimó que había unos 300 agentes frente a la universidad. Mientras, de la universidad entraban y salían activistas de los Derechos Humanos y estudiantes para intentar dialogar con la Policía y a otros los están sacando por la fuerza. “Dos representantes del Comisariado Nacional de Derechos Humanos salieron para intentar negociar, pero se quedaron en mitad de la batalla, están cayendo piedras”, relató el director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo.
Palacios, encabeza una comisión asturiana que viajó el 30 de julio a Honduras para conocer de primera mano la situación real del conflicto en este país, ha considerado este incidente como “la demostración de que esto es una dictadura brutal”.
Por otra parte, el presidente de Costa Rica y mediador en la crisis política de Honduras, Óscar Arias, ha pedido de nuevo al Gobierno 'de facto' de Roberto Micheletti que “recapacite y firme en las próximas semanas el Acuerdo de San José”, en el que se establecen una serie de puntos para resolver la situación creada tras el golpe militar del pasado 28 de junio.
Arias entiende que el Gobierno 'de facto' “le está haciendo daño al pueblo hondureño”, y a su juicio “lo mejor es que se normalice todo lo más rápido posible”. Así lo afirmó durante una rueda de prensa recogida por los medios locales y en la que hizo especial hincapié en la presión internacional sobre el Ejecutivo interino de Tegucigalpa.
El mandatario costarricense considera un paso importante, además, la visita del presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, a México. El Acuerdo de San José contempla como uno de sus puntos básicos la restitución en el poder de Zelaya, expulsado del poder y del país por el reciente golpe de Estado.