El consejero de Presidencia, Emilio del Río, ha presentado este ciclo de conferencias, que ha comenzado con las intervenciones del rector de la Universidad Rey Juan Carlos I, Pedro González-Trevijano y del profesor de Derecho Constitucional de esta misma universidad, Enrique Arnaldo.
Del Río ha explicado que con estas conferencias se quiere profundizar en el “sentimiento riojanista” , que, ha dicho, arrancó en las Cortes de Cádiz de 1812 y que “ha estado muy vivo desde entonces”.
Ha recordado que ha sido en los últimos treinta años cuando “se le ha dado forma” a ese sentimiento por medio del Estatuto de Autonomía.
Uno de los ponentes, Enrique Arnaldo, ha explicado que de “La Pepa” aprobada en 1812 “nos queda el principio de soberanía nacional, la proclamación de la nación española, la separación de poderes y el primer catálogo de derechos y libertades”.
Todo ello pone de manifiesto, ha afirmado, que la de 1812 fue “una Constitución mítica porque fue fruto de lo mejor del corazón de los españoles”.
Las diferencias con la Constitución española actual son, ha dicho, el modelo centralizado que promovió el texto de hace 200 años y que dio origen a la organización de España en provincias, a diferencia del estado autonómico actual.
Ha recordado que “La Pepa” fue una constitución no deseada por el rey español Fernando VII, “a diferencia del monarca actual, que fue uno de los que propició la Carta Magna de 1978”, ha asegurado.
Arnaldo se ha referido a la situación actual de España respecto al concepto de soberanía acuñado en 1812 y ha considerado que “ahora no hemos perdido esa soberanía por abajo, sino por arriba”, ya que “hemos cedido parte, la monetaria, a una entidad superior”, en alusión a la Unión Europea (UE).
Hace dos siglos, ha explicado, los países “podían ser independientes, vivir casi en la autarquía”, pero hoy, “con la excepción de los países más fuertes, los demás deben buscar la fortaleza a través de una moneda común”, ha considerado.
También cree que, en los últimos años, en España se ha producido un reparto de soberanía interno a los parlamentos autonómicos y “eso hoy está en tela de juicio”, ha dicho, por lo que, según él, el Gobierno central “debe imponer unas pautas respetables por todos para que el Estado funcione”, ya que “no puede ir cada uno por un camino porque, entonces, no tenemos salida”, ha concluido.