Queso de Tondeluna, jabones y aceites de Galilea y orujos y licores ecológicos. Toda una gama de productos de la tierra, auténticos, sin aditivos ni colorantes, elaborados por manos artesanas y que son parte de la cultura y las tradiciones de La Rioja.
En este mercado de Anguiano hay pequeños trozos de la tierrra de Los Cameros. Llevan dese ayer por la mañana exponiendo sus productos. Y no ha habido demasiada suerte. El partido de la Eurocopa les restó bastante públicos y la lluvia de esta mañana tampoco ha animado a los riojanos a visitar Anguiano.
Y se pierden mucho. Además de mercado, podían disfrutar de un paseo a caballo por el puente de la Madre de Dios – Barrio de Cuevas. En los restaurantes como el de “La Herrería” han preparado un menú degustación con productos típicos de la zona. Como los caparrones de Anguiano, famosos durante todo el año. “El menú se compone de tres platos, el primero caparrón de Anguiano y menestra, de segundo tenemos bacalao a la riojana o lomo a la riojana y de postre, cuajadas y natillas, todo casero.” afirma Ana Fernández, dueña de este restaurante.
La plaza de Anguiano huele a costillas. Un olor agradable en una mañana fresca de junio, en la que la lluvia ha hecho acto de presencia. Varios puestos ofrecen información sobre la elaboración de los productos. Pero no todo es comestible. La revista cultural “Piedra de Rayo” también tiene su propio puesto. Resguardado de la lluvia, su editor Carlos Muntión, se queja de la falta de ayuda de la Administración para fomentar el turismo rural en Los Cameros. “Dedican todo el dinero al enoturismo, a las bodegas y al valle del Ebro. El turismo rural está en receso, las casas rurales de la Sierra Camerana está perdiendo clientes. Y eso no aparece, por ejemplo, en el Pabellón de La Rioja de la Expo de Zaragoza.”
Esta afirmación la apoya María Moneo, de la Quesería de Tondeluna. Elabora queso de cabra, su marido tiene un rebaño de más de 100 cabezas. “La ganadería ya no interesea, cada vez es más difícil mantener un rebaño.” dice con tristeza. “Iremos desapareciendo porque no tenemos ayuda. Al final la gente tendrá que ir a comprar el queso a los grandes supermercados. Y hay muchas personas que no quieren hacerlo, que prefieren nuestros productos que son naturales.”
Jesús Toledo, gerente de Altura, nos cuenta que el fomento del turismo rural no tiene recaer únicamente en la Administración. “Es un trabajo de todos, de los turoperadores, de las agencias de viajes, de las empresas... Deben de organizar un pack turístico que incluya visita a bodegas y catas, pero también rutas por la sierra riojana, como la de Los Cameros. Es un trabajo de todos.” Y recuerda: “ El enoturismo, es también turismo rural.”