Cuando un centro educativo escolariza mayoritariamente a un perfil de alumnado (por razones socioeconómicas, culturales...) está segregando y creando desigualdad social. Y es que no es lo mismo ir a un colegio en el que la mayoría de los alumnos no se pueden permitir ir a clases particulares que a otro en el que viajan al extranjero a estudiar un idioma. España es uno de los países de la Unión Europea con un sistema educativo más segregado, si bien La Rioja está por encima de la media e incluso supera a países como Dinamarca o Alemania.
Son datos del estudio 'Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea', elaborado a partir de los datos PISA de 208.873 alumnos de 7.553 colegios de toda Europa (1.461 alumnos de 47 centros riojanos).
Así, La Rioja es la sexta comunidad con menos marginación en las escuelas, sólo superada por Baleares, Galicia, Aragón, Castilla y León, Extremadura. Madrid, en cambio, es la comunidad con más segregada.
Además, el informe compara los resultados con los de otros países de la Unión Europea, lo que revela que en La Rioja hay menos guetos escolares que en Dinamarca, Países Bajos, Alemania o Francia, entre otros. Los países con menos segregación son Finlandia y Suecia y lo s que más, Hungría y Rumanía.
Eso sí, en La Rioja la segregación hacia los estudiantes cuyas familias cuentan con menores recursos es superior a la de mayores, aunque es una de las comunidades, junto al País Vasco, con menos diferencia de segregación entre unos y otros.
Lo cierto es que, como detalla el informe, la escuela juega un papel determinante en la equidad y cohesión social. “Cuando se ve limitada en su papel de educar a través de la convivencia de personas con diferentes características personales o sociales se convierte en un factor de desigualdad, de tal forma que no solo reproduce las desigualdades, las legitima y potencia”.
La Rioja, entre las comunidades menos elitistas
El hecho de que la situación socieconómica de su familia, su país de nacimiento, su pertenencia a un grupo étnico-cultural o incluso su rendimiento académico determine que un alumno vaya a un colegio u a otro contribuye a aumentar la desigualdad social y a generar fenómenos de exclusión. Y ahí se incluyen tanto los colegios para “ricos” como los centros con mayoría de población inmigrante o de clases desfavorecidas.