La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, hizo valer el lunes su cargo durante su gira oficial por África y, ante la pregunta de un estudiante en Kinsasha que quiso saber la opinión de su marido en un asunto de política exterior, aclaró que ella es quien ejerce como encargada de Exteriores y se negó a actuar como portavoz del ex presidente Bill Clinton.
“Mi marido no es el secretario de Estado, lo soy yo”, respondió con cierto tono de irritación al ser preguntada por la opinión de Bill Clinton respecto a un hipotético pacto entre China y la República Democrática del Congo. “Si quiere mi opinión, le diré mi opinión”, pero “no voy a ser el portavoz de mi esposo”, añadió la jefa de la Diplomacia norteamericana.
De esta forma, Hillary salió por primera vez al paso del protagonismo que en las últimas semanas le ha robado su esposo, especialmente después de que el ex presidente consiguiese mediante un viaje sorpresa la liberación de dos periodistas estadounidenses condenadas en Corea del Norte. El viaje de Bill Clinton se produjo coincidiendo con el arranque de la visita a África de su mujer.