La plaza, Stadium Gal, intimidaba. El rival, Real Unión, iba segundo y exigía un esfuerzo extra. Así que Rafa Berges, en su debut como técnico de la UDL, quiso evitar las dudas defensivas para sumar desde atrás. Por eso apostó por cambiar el dibujo. Pero también la idea porque en el primer tiempo, hasta que el cuerpo pudo, fue a presionar más arriba para incomodar a su oponente. El factor sorpresa hizo efecto porque los riojanos pisaban campo rival. Faltaba, como de costumbre, el remate.
Llegó la segunda parte y el paso atrás ante la inercia del conjunto anfitrión, más peligroso con Galán en el campo, fue una constante. Felipe, otro que debutaba, se lució para evitar el gol. Y cuando más agobiado podía estar el cuadro riojano, en la recta final, los locales dejaron pasar el tiempo y la UDL lo aprovechó para gozar de su mejor oportunidad, un remate de Luca Ferrone, que desbarató Otaño. Al final, un empate a cero que le aleja a 2 puntos del descenso pero que también le impide crecer en la tabla, ya que la fae de ascenso queda a 7 puntos.
Rafa Berges lo sabía desde que cogió el equipo, iba a jugar en el Stadium Gal con tres centrales y dos laterales muy largos. Lo ensayó el miércoles y lo puso en práctica el domingo. Variante que llevo consigo el regreso al once de Julio Rico por Luca Ferrone, en el costado diestro, así como la puesta en escena de Amelibia como central derecho. Pero también apareció Salvador en la medular. Por su parte, Chevi esperó su oportunidad y Adrián León, con molestias, en el aductor se cayó de la convocatoria.
La nueva disposición provocó que el cuadro blanquirrojo -jugó con la segunda equipación, la azul- estuviera mucho tiempo en campo ajeno. Como en el arranque. Podía presionar más arriba y obligaba al Real Unión a quitarse la pelota. Por si fuera poco, la intención era jugar mucho por dentro, con buenos peloteros (Muneta, Espina, Javi Rey y Espina), para poder encontrar las sorpresas de los laterales, muy finalizadores durante la primera mitad.
INTENSIDAD Y RITMO
El duelo no permitía un respiro porque los irundarras querían el dominio, pero la buena disposición y actitud de los riojanos bloqueaba a los locales. Pese a ello, Ozkoidi casi llega a un buen centro y Gorosabel probó los reflejos, en dos acciones seguidas, a Miguel. El juego era más intenso que brillante. Mucho ritmo y, en ocasiones, alternativas con idas y vueltas aunque sin concretar. Julio Rico lo intentó desde fuera con un tiro que después trató de finalizar Muneta, Paredes gozó de la mejor oportunidad con un balón que se marchó rozando el larguero, Muneta intentó una vaselina sin fortuna y Espina, con un centrochut, intentó sorprender a Otaño al filo del descanso. El Real Unión, que hasta la fecha había sumado 20 de 24 puntos posibles en el Stadium Gal, buscó el tanto en una contra que culminó Eizmendi y con varias acciones, bien trenzadas en campo riojano, pero sin el acierto deseado en la finalización.
La UDL pareció bajar unos minutos su intensidad, pasada la media hora, momento que aprovechó el Real Unión para hacerse fuerte y controlar mejor a su oponente, aunque sin que los hombres de Rafa Berges sufrieran en exceso. El descanso se daba por buen en ambos conjuntos, que se habían fajado para evitar dejar hacer a su adversario.
Comenzó el segundo tiempo con desajustes defensivos de los visitantes y con la lesión de Miguel, por molestias en el pie que le impedían golpear. dejando su lugar al debutante Felipe. Pronto tuvo de demostrar sus reflejos con una estirada a tiro de Domínguez y con otro de Galán, en su primera intervención, en la que mantuvo la mano dura para evitar el tanto. Se acusaba que la UDL estaba ahora más pendiente de frenar al Real Unión. Domínguez se mostraba más cómodo sobre el césped y su equipo crecía en presencia. Todo lo contrario, que los riojanos donde Javi Rey no encontraba la manera de retener el esférico.
GALÁN LE DA OTRO AIRE
Cuando lo pudo hacer, le dio un respiro a su equipo. Por su parte, Galán era el referente de los locales, lo que permitía que Domínguez ganara en libertad de movimientos. Julio Rico y Paredes ya no subían como en la primera mitad, por lo que su función pasaba más por aguantar que por dar salida por el costado. El Real Unión dominaba y Domínguez tuvo en la cabeza el gol, pero su remate -muy parecido al que supuso la derrota en Albacete- no encontró portería.
Reguilón aportaba velocidad en detrimento de un Mendi sin presencia, mientras que Salvador sufrió una lesión en los minutos finales y dejó su lugar a Luca Ferrone -Julio Rico pasó a ejercer de medio centro-. El conjunto irundarra lo seguía intentando con un tiro de Mikel Alonso que se marchó alto. La UDL se fijaba en conservar el punto, en pasar los minutos y confiar en una contra, si es que llegaba. El cansancio físico se notaba, por lo que la mente se concentraba en el marcador. Las imprecisiones se acumulaban merced a las prisas -moderadas- de unos y la fatiga de otros.
Los anfitriones no empujaban como podía temer el equipo de Rafa Berges. Un alivio. Espina se inventó un pase para que Reguilón, incrédulo, se frenara cuando se podía haber quedado ante Ontaño. Casi sin querer, los ánimos habían variado. Tanto que Luca Ferrone tuvo en el tiempo añadido un remate con la izquierda que desvió el meta local con una mano cambiada para desbaratar lo que podía haber significado la primera derrota del Real Unión en el Stadium Gal. Ahora, después del segundo empate a cero seguido toca pensar en el siguiente rival, Amorebieta.
FICHA TÉCNICA
UD Logroñés: Miguel (Felipe, min. 50); Julio Rico, Amelibia, Caneda, Pazó, Paredes; Espina, Javi Rey, Salvador (Luca Ferrone, min. 85), Muneta; y Mendi (Reguilón, min. 70).
Real Unión: Otaño; Gorosabel, Martins, Senar, Urkizu; Esnaola, Mikel Alonso; Ozkoidi (Rodellar, min. 83), Domínguez, Eizmendi (Galán, min. 61); y Mujika (Arriaga, min. 74).
Goles: No hubo.
Árbitro: Fernando Román Román (Comité Castellano leonés). Amonestó al local Martin (min. 76) y al visitante Caneda (min. 74) .