La selección española de baloncesto, que hizo historia al conseguir el título de campeona de Europa, única medalla que se le resistía en un europeo, aterrizó en el aeropuerto de Barajas de Madrid y fue recibida por un centenar de personas. El combinado nacional, campeón del mundo y subcampeona olímpica, llegó a la capital con rostros cansados tras la larga noche de celebración y del vuelo que les traía desde Katowice (Polonia) con la copa de campeones de Europa, que portaba el valenciano Víctor Claver.
Los primeros en salir fueron el presidente de la FEB, José Luis Sáez, y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, pero la locura se desató entre los aficionados cuando Pau Gasol, que llevaba entre sus manos el trofeo que le designa como miembro del 'Cinco titular del torneo' y el balón de la final, hizo su salida, encabezando al grupo de internacionales.
A la delegación española le esperaba un autobús a la salida de la T2 de Barajas para poner rumbo a un hotel madrileño, donde están descansando y arreglarse para la visita que realizarán al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa.