Randstad prevé que la campaña de Semana Santa genere en La Rioja 540 contratos, 46 menos que hace un año, cuando se registraron 586. La contratación en esta Semana Santa será en la comunidad 7,9% inferior a la campaña de 2020, el tercer mayor descenso del país, 6,3 puntos porcentuales más pronunciado que la media nacional (-1,6%). La Rioja generará el 0,6% de todos los contratos que se firmarán por Semana Santa en nuestro país.
En el conjunto del país, se firmarán 88.420 contratos para la campaña de Semana Santa, un 56% menos que en 2019, e incluso un 1,6% inferior al volumen del año pasado. El motivo de que la cifra de contratos sea este año menos a la de 2019, cuando la Semana Santa tuvo lugar en pleno Estado de Alarma, está en que la contratación comenzó varias semanas antes, cuando las expectativas no eran tan negativas como sí las son ahora.
“Las restricciones a la movilidad y los cierres perimetrales han dado al traste con las pocas esperanzas que se tenían en la Semana Santa como generadora de empleo y por ende, dinamizadora de la actividad económica. Las expectativas en general son peores que el año pasado, pero algunas regiones mejorarán sus cifras gracias, en gran parte, a las posibilidades que ofrecen las restricciones más laxas para la hostelería”, asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.
Cuando se analiza la serie histórica, se detecta que la contratación durante Semana Santa suele comportarse como un reflejo de la situación económica en España. En este sentido, entre 2010 y 2013 la campaña de Semana Santa, aun recuperándose de la crisis de 2008, se mantuvo en el entorno de las 100.000 incorporaciones, con ligeras subidas y bajadas.
Sin embargo, desde 2014 se han registrado seis años de crecimiento consecutivos, hasta superar por primera vez los 200.000 contratos en 2019. Pero la notable caída experimentada desde irrupción de la pandemia refleja la envergadura de la crisis que sufre la economía de nuestro país.
Las previsiones de contratación presentan notables diferencias a nivel autonómico. Randstad revela que la Comunidad de Madrid (3%), Euskadi (2,7%) y Galicia (0,8%) serán las únicas autonomías que verán crecer el número de contrataciones con respecto al año pasado.
Ya experimentando caídas, aunque menos pronunciadas que la media nacional (-1,6%), se encuentran Andalucía (-0,3%), Castilla-La Mancha (-0,6%), Baleares (-1%), Canarias (-1,3%) y la Región de Murcia (-1,4%). Es destacable que los dos archipiélagos no registrarán caídas excesivamente pronunciadas en la contratación gracias a la previsión de llegada de turistas.
Con descensos mayores que la media se encuentran la Comunitat Valenciana (-1,8%), Navarra (-1,9%), Catalunya (-4,1%), Asturias (-4,7%) y Aragón (-5,2%). Las mayores caídas de la contratación, con desplomes superiores al 6%, tendrán lugar en Cantabria (-6,8%), La Rioja (-7,9%), Castilla y León (-8,9%) y Extremadura (-9,2%).
A nivel provincial, Cádiz (9,4%), Guadalajara (8,4%), Vizcaya (6,5%), Toledo (6,4%) y Valencia (5%) serán las que registren los mayores crecimientos de la contratación en Semana Santa con respecto al año pasado. Por su parte, los descensos más acusados tendrán lugar en Castellón (-16,1%), Ávila (-15,2%), Teruel (-14,3%), Cáceres (-13,5%) y Zamora (-13,4%).
En términos absolutos, el informe de Randstad pone de manifiesto que Andalucía (18.950), Catalunya (11.920) y la Comunidad de Madrid (10.480) son las regiones donde se incorporarán más profesionales, ya que acumulan cerca del 47% del total de contrataciones de Semana Santa.
La situación que sufre la economía de nuestro país tiene su lógico reflejo en el talento que demandarán los empleadores en esta Semana Santa. El toque de queda y las restricciones pueden variar en cuestión de días, provocando que las empresas necesiten profesionales con poco margen de tiempo. Por lo tanto, se buscan perfiles con una alta disponibilidad y adaptación rápida al puesto, preferiblemente con experiencia previa en el sector en el que desarrollan su actividad.
Además, es habitual que las compañías demanden perfiles con dominio de determinadas herramientas tecnológicas. No solo porque muchos puestos de trabajo exigen el dominio de plataformas o aplicaciones propias de su sector, sino también debido a que, en la actual situación, las herramientas de trabajo en remoto están muy extendida.
En definitiva, se recomienda que los profesionales, independientemente de su situación, no pierdan de vista las competencias y habilidades más demandadas en el mercado laboral y continúen formándose para mejorar su empleabilidad.