La Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de La Rioja (UDP) ha reclamado los “anunciados” planes de contingencia para las residencias de personas mayores, con formación “integral” para los cuidadores.
En nota de prensa, se ha cuestionado “a quién importan las personas mayores”. Se ha preguntado si habrá que “volver a denunciar” que “poco se ha hecho en el cambio estructural y de funcionamiento que necesitan ya las residencias”.
Ha considerado que, “se mire por donde se mire, no podemos negar que en un horizonte como el que nos está dejando la COVID-19, los más damnificados” siguen siendo las personas que están cerca, o han entrado, en la categoría de pensionistas y jubilados.
Ha recordado que la mayor incidencia ha ocurrido en las residencias de tercera edad, donde se debería “haber puesto más barreras ante esta mortífera pandemia”.
Para la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de La Rioja (UDP), ha habido “una cadena de negligencias, principalmente, en los meses de marzo, abril y mayo”.
Sin embargo, éstas, ha añadido no se han “paliado en los meses de junio, julio o lo que llevamos de agosto”, por lo que ha temido que, mientras llega, y es efectiva una vacuna, “vamos a seguir perdiendo 'unidades' de nuestro colectivo, si aplicamos los términos de guerra que muchos políticos han utilizado, cuando no abusado del mismo”.
Ha indicado que las cifras indican que siete de cada diez fallecidos por COVID-19 estaban internados en una residencia, lo que le convierte en la población “más vulnerable”, así que necesitan “la solidaridad de la sociedad en general”.
Ha lanzado un llamamiento incluso a sus hijos, cuando les dejan a sus nietos para ir “de cervezas”, porque si hay contagios puede haber, luego, “sillas vacías” en Navidad.
“No queremos que se sientan culpables, pero eso exige por su parte, responsabilidad. Nuestras vidas, la de las personas mayores, ya lo sabemos, debería tener más valor del que se nos otorga, pues estamos cargados de experiencias, pero al mismo tiempo nos parece que es poco ético el abandonarnos a la suerte de una crisis sociosanitaria, más aún cuando somos, en general, personas con enfermedades crónicas, con pluripatologías y polimedicación”, han relatado.
En definitiva, han pedido “a todas las autoridades prevención ante lo que será una nueva oleada de previsibles muertos; financiación al Sistema Nacional de Salud; y profesionalidad en el personal que nos atiende en las residencias”.
Ha recordado que “ya se tenían que haber elaborado leyes para aumentar el número de profesionales sanitarios en función de la cantidad de residentes”.
También, “situarse en una nueva realidad porque la vivida ha dejado al colectivo de los mayores diezmado y en muchas ocasiones con la pena de no haberles podido dedicar una sonrisa, cuando no una caricia, antes de abandonarnos”.