El fenómeno social de la inmigración sigue variando en todo el mundo. Así, según afirma la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) los niveles de inmigración en la Unión Europea han disminuido.
La portavoz de la OIM en Ginebra, Jemini Pandya, atribuyó esa situación al impacto de la crisis económica mundial. “Un estudio mostró que todavía se mantiene la demanda de mano de obra extranjera calificada, especialmente en sectores como la salud y la educación”, dijo la portavoz.
Además, Pandya señaló que los efectos completos serán visibles en los próximos años. Dicho informe se basó en el análisis de los 27 países que componen la Unión Europea, Turquía, Croacia y Noruega.
Por otro lado, las remesas destinadas a los países en desarrollo aumentaron en 2010, con un flujo calculado en 325.000 millones de dólares, en comparación con unos 300.000 millones en 2009, según un informe del Banco Mundial (BM).
De esta manera, las remesas constituyeron una sólida fuente de ingresos hacia esas naciones durante la crisis financiera global.
Los países de origen más destacados en el envío de esos dineros fueron Estados Unidos, Arabia Saudita, Suiza, Rusia y Alemania. A su vez, los mayores receptores fueron, India, China, México, Filipinas y Francia.
El BM subrayó que los aportes de los inmigrantes dan lugar a inversiones en salud, educación y creación de pequeñas empresas en los países de destino.
El estudio estima que las remesas a los países en desarrollo continuarán aumentando en 2011 y 2012.