El Claustro Universitario ha abordado la posición institucional de la Universidad de La Rioja (UR) respecto a la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
La aprobación de las líneas generales contenidas en este documento sobre la estrategia institucional de la UR respecto a la UNIR ha recibido 50 votos a favor, 4 en contra y 5 en blanco; lo que supone un 84,74 por ciento de respaldo a la propuesta.
El Consejo de Dirección de la UR decidió plantear al Claustro Universitario, máximo órgano de representación de la comunidad universitaria, la adopción de una postura clara para la defensa de los intereses de la Universidad de La Rioja (UR) y del servicio público que tiene encomendado prestar.
El documento planteado al Claustro de la UR contextualiza la situación de conflicto de denominación y marcas entre ambas universidades, y detalla los actos de confusión que ello genera.
En primer lugar, por la elección del nombre (Universidad Internacional de La Rioja), “circunstancia que ha provocado y sigue provocando múltiples vías de confusión”, han señalado. En segundo, por la instalación de la sede central junto al campus de la Universidad de La Rioja. Además de ello, la oferta académica de la UNIR coincide, en algunos casos -como el Máster en Profesorado y otras titulaciones- con las de la UR, “en lugar de ser complementaria a la de la Universidad de La Rioj”a.
El documento detalla algunos de los “actos de confusión más habituales o significativos”, aunque las incidencias registradas en diferentes vías (atención personal, telefónica, correo-e, correo postal, redes sociales, etc) “son prácticamente diarias y se cifran en miles de páginas”. Así mismo, en dicho documento se indica que el conflicto original de denominación y marcas se ha visto agravado por la política comercial y publicitaria de la UNIR.
En cuanto a las líneas de actuación de la Universidad de La Rioja respecto a la UNIR, la propuesta del Consejo de Dirección respaldada por el Claustro “es proseguir con la posición de no establecer ninguna colaboración institucional con la UNIR que siempre ha mantenido la UR”.
Esto se concreta, “por un lado, en los servicios o actividades incompatibles que el personal de la Universidad de La Rioja no podrá desempeñar en la UNIR; y, por el otro, en los servicios o actividades desarrollados o promovidos por personal de la Universidad de La Rioja que se consideran actos contrarios a la política de no colaboración institucional con la UNIR”.