La Cooperativa de Aldeanueva de Ebro ha estrenado, en la madrugada de hoy, la vendimia con 100.000 kilos de uvas tempranillo blanco (con una media de grado de 12,6) “espectaculares”, tal y como ha detallado su gerente, Abel Torres.
A las seis de la mañana de hoy, la Cooperativa de Aldeanueva de Ebro ha empezado a recoger uva; un trabajo que se había iniciado una hora antes por parte de los viticultores, y a máquina, para que a esa hora pudiesen estar en los remolques.
“Una uva muy sana, hemos acertado en el momento de vendimia porque lo que queríamos es seleccionar las uvas de las parcelas más tempranas”, ha destacado.
Se coge a las cinco de la mañana para preservar la frescura y evitar la oxidación, que se da con la luz y el calor. Por tanto, es “el mejor momento”. La uva, ha señalado, está “espectacular, las lluvias de principio de julio estropearon los caminos pero a la uva no le afectó”. La cantidad es parecida a otros años porque “el cuajado ha sido bueno y no hay merma de cosecha”.
La cooperativa, tras el trabajo de hoy, para hasta el miércoles 16 de agosto (justo después del puente de la Virgen de Agosto) y lo reanudará siguiendo con blanca, esta vez, verdejo y viura.
Las analíticas, mientras, son “continuas” tanto de blanca como de tinta, que se recogerá “en un par de semanas”. Cada día el laboratorio, que está “a pleno rendimiento”, hace unas cien, o doscientas, muestras.
“Vamos a seguir haciendo analíticas para ver la evolución, y si se va esta ola de calor y la maduración va normal para finales de agosto se empezarán a coger parcelas de tinto”, ha explicado.
Esto, ha dicho, “en condiciones normales”. Y es que, ahora, cruzan los dedos para que no haya accidentes climatológicos, esto es, “tormenta con granizo, porque la uva ya tiene azúcar y puede hacer mucho daño”.
También, para que el calor que está haciendo desde ayer frene: “Ya es suficiente”, ha indicado explicando que no es “bueno” temperaturas diurnas tan altas y, “sobre todo, que no refresque por las mañanas”. “Hasta ahora estábamos teniendo unas mañanas muy fresquitas que ayudaban a hidratar la planta y le venía muy bien para la maduración”, ha relatado.
Es algo que hoy no ha ocurrido, pero ha esperado que no se den más episodios de temperaturas muy altas y vuelvan las mañanas frescas, que es lo que hace “endurecer la uva”.