La venta de cigarrillos se contrae
Altadis, que cuenta con una fábrica de cigarrillos en Logroño, una planta de cigarros en Cantabria y otras dos factorías en Palazuelo (Cáceres) y Cádiz, ha alertado al Gobierno de las consecuencias negativas que tendrá la subida fiscal “tan drástica” que aprobó en diciembre y la entrada en vigor de la Ley Antitabaco.
La tabaquera, propiedad de Imperial Tobacco, ante la caída de las ventas de cigarrillos del 34 %en enero, está analizando la evolución del mercado, “afectado notablemente” por el alza fiscal. Asimismo, la tabaquera está revisando “constantemente” sus estructuras para que estén adaptadas al mercado, aunqueno existe una decisión adoptada en este momento sobre un eventual cierre de fábricas, dejan la puerta abierta: “no hay nada encima de la mesa”.
YA ADVIRTIÓ EN VERANO DEL IMPACTO SOBRE EL EMPLEO
La compañía remitió el pasado mes de junio cartas a los presidentes autonómicos de Extremadura, Andalucía, La Rioja y Cantabria en las que ya alertaba de que la ley antitabaco podía poner en riesgo el empleo de las fábricas y de las consecuencias negativas que podría tener la norma sobre los intereses económicos de cada una de las regiones.
En las cartas, Altadis manifestaba que su larga experiencia en el sector ha demostrado que “la insistente y asfixiante presión regulatoria contra el tabaco ha sido uno de los factores decisivos que ha obligado a llevar a cabo distintos procesos de reestructuración durante los últimos años”.
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