Cuatro victorias seguidas y tercera jornada seguida sin recibir gol. Ante Osasuna B (0-1) fue suficiente con aprovechar una jugada a balón parado, finalizada por Roni, al que le hacía falta el gol, para romper la inexpugnabilidad de Tajonar esta campaña. La versatilidad en el juego es una de las explicaciones para entender los 12 puntos que ha enlazado (13 si se suman las tablas en La Planilla). Triunfos con diferentes rivales, pero también con distintos modos de lograrlas. Lo que no varía es la actitud, el trabajo y la solidez defensiva -principalmente desde el Helmántico-. Por el momento, todo esto ha llevado a la UDL a la zona alta de la clasificación, quinto lugar pero a 2 puntos del líder Bilbao Athletic, donde sólo la Cultural Leonesa y los riojanos se colocan entre filiales.
Sergio Rodríguez dio continuidad al once que goleó y convenció frente al Tudelano para medirse a un invicto Osasuna B en Tajonar (tres victorias). La idea era similar, mantener la solidez defensiva y actuar con velocidad y ritmo en ataque. Sin embargo, el filial rojillo planteó, de partida, un escenario diferente al vivido siete días antes en Las Gaunas. Los de Santi Castillejo mostraron sus garras desde el arranque cuando Marcos Mendes se llevó a la zaga riojana de paseo para concluir con un tiro fuerte pero centrado que blocó en dos tiempos Miño. El ariete local lo volvería a intentar instantes después con otro tiro ajustado al palo que el meta catalán atajó con más confianza.
A la UDL le costaba tener la pelota frente a un oponente que iniciaba con paciencia, que salía casi siempre por su perfil diestro pero que terminaba lanzando y buscando a sus dos delanteros. Ahí le costaba hilvanar pases, ante la buena presión de los navarros, por lo que los blanquirrojos -en Tajonar con camiseta negra y pantalón rojo-, en su manera de atacar eran imprecisos, además de verticales y directos. Osasuna B insistía, así que Calvillo la puso desde la derecha y Barbero remataba fuera. Con el paso de los minutos, el equilibrio se fue imponiendo. Errasti, Andy y Olaetxea ganaban presencia en la medular para facilitar cierto control de los riojanos.
Pero faltaban oportunidades, salvo un tiro lejano de Andy y otro desviado de Rubén Martínez. De hecho, la mejor ocasión fue invalidada por fuera de juego de Ñoño, que se encontró con el pie salvador de Álvarez para evitar el tanto tras un tiro de Ander Vitoria que se iba fuera. En los últimos die minutos de la primera mitad, hubo más descontrol. Se impusieron las transiciones constantes con llegadas a las áreas. Si Hualde probaba con otro tiro desde la frontal, a renglón seguido era Olaetxea el que no acertaba con el pase tras una buena contra visitante.
El inicio de la segunda mitad resultó algo extraño. De primeras, la UDL quiso dominar y elaborar, pero dos arreones de los locales y algo de presencia en el área defendida por Miño provocaron que los riojanos apostaran por aprovechar los espacios de la defensa rojilla. Ñoño, en este apartado, no acabó de concretar y eso privó de que Álvarez tuviera que intervenir. Precisamente el andaluz fue el primero en abandonar el terreno de juego en detrimento de Roni, movimiento que propició un nuevo dibujo con Andy como central, liberando a Iago López e Iñaki por los costados, mientras que Rubén Martínez ganaba en presencia por el ancho del campo, dejando a Roni y Ander Vitoria domo doble referencia ofensiva.
Justo antes de esta sustitución, Osasuna B dispuso de una gran ocasión para adelantarse. Lo hizo aprovechando que su oponente estaba en inferioridad tras un corte de Errasti. Barbero no acertó a rematar con dirección un buen centro desde la derecha y dejaba todo como estaba con aún 25 minutos por delante. El juego fue más de ida y vuelta, pero ahora la UDL estaba protegida y contaba con argumentos para hacer daño en las contras.
Las imprecisiones volvieron a apoderarse del choque. Cierto que había intensidad y ritmo, aunque no había continuidad en las acciones. Sin embargo, todo dio un giro en apenas dos minutos. Gol de la UDL y expulsión, en el siguiente lance, de Calvillo al ver la segunda amarilla. Roni remachó en el área pequeña la dejada de Andy de cabeza tras una falta lateral ejecutada con precisión de Iñaki. Un tanto que, en parte, fue la causante de que Calvillo, presa de las ganas, no midiera en su entrada y fuera expulsado.
Santi Castillejo intentó recomponer a sus hombres con tres cambios en apenas 5 minutos, mientras que Rayco entraba en escena por Ander Vitoria. Los riojanos, con un jugador más, mandaban sobre el césped, pero no se podían relajar. Calma, pausa, tranquilidad. Ingredientes que debía aplicar la UDL. Lo hizo a medias, suficiente para encadenar 13 puntos y seguir con su escalada