Las administraciones públicas cerraron 2007 con un superávit de 23.368 millones de euros, el equivalente al 2,23% del Producto Interior Bruto (PIB) y el mayor de la historia de la democracia, según anunciaron hoy en rueda de prensa el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, y el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña.
Este superávit, superior en un 33,2% al logrado en 2006 y el tercero consecutivo, fue consecuencia de un saldo positivo de la Administración Central (Estado y organismos autónomos) del 1,29% (13.526 millones de euros), frente al 1,79% del año anterior, mientras que la Seguridad Social obtuvo un superávit del 1,25% del PIB (13.085 millones de euros), algo por debajo del 1,29% de 2006.
Por su parte, el conjunto de las comunidades autónomas registraron un déficit del 0,17% (-1.745 millones), frente al equilibrio que registraron un año antes; mientras que las corporaciones locales tuvieron un saldo negativo del 0,14% (-1.498 millones), ligeramente por encima del déficit del 0,09% de 2006.
A la vista de estos datos, Solbes destacó que a lo largo de la legislatura el ahorro total ha sido de 46.803 millones de euros, y resaltó que sólo cinco países de la zona euro tienen superávit y de ellos, España ostenta el segundo mayor superávit después de Finlandia. En este sentido, indicó que este excedente da al sector público un “margen de maniobra importante” para afrontar los años venideros.
Por su parte, Ocaña explicó que el superávit del Estado se debe “en gran parte” a la “buena” marcha de los ingresos tributarios, que crecieron un 11,8% (dos décimas menos que en 2006) sobre la recaudación del año anterior, a pesar de la rebaja del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades.
AHORRO DE 2.200 MILLONES POR LA REBAJA FISCAL
Sin esta rebaja, que ha supuesto un ahorro para los contribuyentes de 2.220 millones de euros (1.578 millones por la rebaja del IRPF y 640 millones por la de Sociedades), por encima de lo inicialmente previsto, la recaudación habría aumentado un 12,9%, según comentó Ocaña.
En la evolución de los principales impuestos destaca el comportamiento del IRPF y del Impuesto de Sociedades, cuya recaudación aumentó un 15,7% y un 20,5%, respectivamente, como consecuencia de los beneficios de las empresas en 2007, de la buena evolución de las rentas de capital y de la “elevada” creación de empleo. Por su parte, el IVA creció un 2,2% en comparación con el ejercicio anterior, un 9,4% en términos brutos.
Ocaña aseguró que el superávit del Estado Central es también consecuencia de una política presupuestaria “prudente”, que mantiene el gasto público por debajo del 40% del PIB (se situó en el 38,7% del PIB a finales de 2007), política compatible, según el secretario de Estado, con un esfuerzo “notable” en gasto en infraestructuras, I+D+i, educación, la calidad de los servicios públicos, las mejoras sociales y la solidaridad.
“Las críticas que nos hacen de que el gasto crece mucho son infundadas porque el peso del sector público se mantiene donde estaba y se sitúa por debajo del 40% del PIB”, añadió. En este sentido, aseguró que las medidas propuestas por el PSOE en su programa electoral “cuadran” y todas ellas son “financiables” y se podrán “encajar” en el objetivo de estabilidad.