La Generalitat de Cataluña comienza hoy una campaña informativa de inspección para comprobar si el sector de la hostelería cumple con la ley de política lingüística. La normativa establece que en todos los establecimientos tiene que haber mínimo una persona que entienda el catalán, aunque no está obligada a hablarlo. También obliga a tener rótulos, cartas del menú y hojas de reclamación en catalán.
Según informó ayer TV3, en caso de detectar irregularidades se abrirá un acta informativa y se darán al establecimiento tres meses para que rectifique. Transcurrido este tiempo la advertencia podría convertirse en sanción.
La hostelería es el sector que acumula más quejas de los consumidores relacionadas con los derechos lingüísticos. En 2008 se presentaron 1.500 denuncias en total. Según el director general de Turismo de la Generalitat, Joan Carlñes Vilalta, la campaña afectará a “zonas de alta afluencia turística”.