Las CCAA del PP no apoyarán el modelo, dejando la puerta abierta a la abstención

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Las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular no apoyarán el nuevo modelo de financiación autonómica en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se reunirá mañana en Madrid. Este es la conclusión de la reunión de trabajo presidida por el vicesecretario de Política Autonómica y Local, Javier Arenas y por el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro. Este “no apoyo” del PP puede traducirse en un un voto en contra o en abstención.

Los consejeros de las comunidades gobernadas por el PP denunciaron la “ruptura de la solidaridad y la falta de garantías de mantener la financiación en el futuro” y también que aún no se conozcan las “cifras concretas” de la propuesta del Gobierno. Recalcan, asimismo, que se trata de un sistema de financiación consecuencia de un “pacto con un partido político, ERC, y no de un pacto de Estado”.

En un comunicado, el PP tildan el modelo de “insolidario” porque “la mayor parte de los recursos adicionales van a parar a las CC.AA. más prósperas”. Opinan también que “premia” las subidas de impuestos y “castiga en el pasado, en el presente y en el futuro las bajadas de impuestos”.

Por otro lado, resaltan que el Ejecutivo de Zapatero “se desentiende de la dependencia y carga en las CCAA todo el coste de las prestaciones de dependencia”.

Acusan al nuevo sistema de arbritario en las variables utilizadas para el reparto y esto les conduce a pensar que “se eligieron y ponderaron para obtener un resultado predeterminado de antemano, favoreciendo a determinadas CCAA”.

Para el PP, el sistema propuesto no garantiza la “Suficiencia Dinámica del Modelo” y recuerdan que todos los modelos que han existido “han contemplado algún tipo de garantía que hacía posible que las Comunidades Autónomas siguieran prestando los servicios públicos esenciales ante cualquier eventualidad”.

Por último, concluyen que el sistema es “poco transparente y muy complejo”, resultado de una negociación “en la que se ha pretendido contentar a todos, creando una gran incertidumbre respecto a los efectos de su aplicación que sólo se resolverá en 2012 con la primera liquidación del modelo”.