Es el mensaje de los últimos días: “esta ola no es como las anteriores”, “no estamos en las navidades del año pasado”, “estamos todos vacunados”. Sin embargo, los contagios de coronavirus crecen exponencialmente y dibujan un muro que ha alcanzado yo una altura que no habíamos visto en ningún otro momento de la pandemia.
Casi dos años después, los gráficos se han convertido en un instrumento esencial para explicar la situación epidemiológica. Por eso, el siguiente gráfico buscar comparar dos momentos clave de la pandemia: la tercera ola, el momento con mayores contagios hasta ahora y mayor presión hospitalaria y la sexta ola, en la que nos encontramos todavía ascendiendo y que ha superado los contagios de la tercera.
Visualmente, la diferencia es es clara. Con similar número de casos activos (3142 en el 29 de enero y 3190 el 20 de diciembre), la presión en la UCI y en planta era más de 5 veces superior en enero (52 pacientes de covid en la UCI en 29 de enero, 10 el 20 de diciembre y 180 personas ingresadas en planta el 29 de enero frente a las 35 del 20 de diciembre).
También se refleja el crecimiento de la presión hospitalaria según aumentan los contagios. Ahora, un aumento de casi 1000 personas contagiadas en dos días apenas supone un cambio en la presión hospitalaria.
No obstante, y aunque la gravedad de la enfermedad no es la misma debido a la vacunación masiva, es importante seguir manteniendo las medidas preventivas por que no podemos saber cuánto se tensionará el sistema sanitario si los contagios siguen aumentando tan rápido.
Un aumento de los contagios trae consigo, en mayor o menor medida, más personas ingresadas y también fallecidas. Pero sobre todo, una saturación de las unidades Covid y de Atención Primaria, que sí está sufriendo ya la sanidad riojana.