Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron hoy que proscriben la práctica del secuestro en el país y que pondrán en libertad a los diez militares y policías que siguen en su poder como rehenes.
El anuncio aparece en una declaración que el Secretariado del Estado Mayor Central del grupo rebelde fechó en las “montañas de Colombia” y divulgó por su sitio en internet.
“Anunciamos también que a partir de la fecha proscribimos la práctica de ellas en nuestra actuación revolucionaria”, informaron las FARC en su declaración al referirse a los secuestros, y explicaron que la decisión les obliga a derogar la “ley rebelde de 2000” sobre su financiación con el secuestro de civiles.
El fin del secuestro como arma política era una de las peticiones que el colectivo Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP), encabezado por la excongresista Piedad Córdoba, les había formulado de manera reiterativa a los rebeldes.
Córdoba y el grupo civil CCP mantienen desde hace más de tres años un intercambio epistolar con los rebeldes. En la misma declaración, las FARC precisaron que han aceptado liberar a los diez militares y policías que mantiene cautivos, y no solo a los seis que había comunicado previamente.
Los uniformados, todos ellos con más de doce años en cautiverio, son los últimos que quedan como rehenes de las FARC, que en algún momento llegó tener cautivas a más de cincuenta personas, entre políticos, militares, policías y tres estadounidenses, a los que pretendieron canjear sin éxito por medio millar de rebeldes presos.
Las FARC dijeron que agradecen y aceptan “sin vacilación” que el Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ponga a disposición los medios logísticos para la misión humanitaria de entrega de estos rehenes.
“Queremos manifestar nuestros sentimientos de admiración para con los familiares de los soldados y policías en nuestro poder”, expresó el mando central guerrillero, que pidió a la portavoz de estos, Marleny Orjuela, que “acuda a recibirlos en la fecha acordada” y que no ha sido hecha pública.
Los rehenes son los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcía, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza, y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina.
Son uniformados que fueron secuestrados en asaltos realizados por los rebeldes entre 1998 y 1999, en los años de mayor actividad de las FARC, que se levantó en armas en 1964.
En la lista de rehenes también aparece Luis Eduardo Peña, subcomisario de la Policía Nacional y de quien se desconoce si sigue con vida.
Tanto las FARC, como la excongresista Córdoba, han insinuado que Peña murió en cautiverio.