Las Gaunas gana en un partido frío

Rioja2

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Las Gaunas: Estebas (11), Alba (2), Sara E. (2), Naiara O., Sara S. (8) - quinteto inicial – Ana (14), Naiara G. (12), Saioa (5), Minerva (5), Estrella (1), Laura, Olga.

Irlandesas: Santos (10), Orio (4), Ballarín (7), Rojas (3), Marín (15) - quinteto inicial – García (2), Rojas S., Calvo, Lekerika, Fernández , Incema, Rabanera.

Parciales: 11 - 12, 20 - 5; 10 - 15 y 19 – 9.

LAS GAUNAS 60 - IRLANDESAS 41

El partido parecía tener un claro favorito: el equipo local, invicto en casa y con doce victorias, se enfrentaba al colista de la categoría con su casillero a cero. Sin embargo, el joven equipo visitante se encargó de apaciguar el ánimo de las locales. Ganó el primer cuarto y no perdió la cara del partido hasta los últimos minutos del mismo, durante los que su escasa anotación permitió la diferencia final.

El puesto en la clasificación de las vizcaínas y sus cero victorias hacía prever que bajarían los brazos ante el potente equipo local. Sin embargo las vizcaínas, como equipo matriz de Liga Femenina 2, pueden perder partidos pero no pueden permitirse que sus jugadoras pierdan el tiempo en su evolución. Así que las jóvenes jugadoras visitantes vinieron con la ilusión de sumar su primera victoria aunque fuera en lugar poco propicio. Las locales seguramente esperaban un partido relajado y poder llevar el espectáculo a las gradas, pero el inicio no pudo ser más frío, un 0 a 5 que enfrío todas las expectativas, más cuando el escaso 3 a 8 era lo que reflejaba el marcador en seis minutos. Si el marcador parecía que no sería alto, al menos se esperaba colocarse por encima, pero acabó el primer cuarto y las vizcaínas seguían arriba en el marcador: 11 a 12. Para mantener el frío, las locales contribuían con sus pobres porcentajes de tiro (33% de dos, 25% de tres y 33% en tiros libres).

Ante la sorpresa del resultado, las locales dieron un pequeño tirón apoyándose en el dominio de su rebote y la defensa que permitía mejorar los porcentajes a base de canastas en rápidos contraataques (8 de 11 en tiros de dos). Los siete minutos en que las visitantes se quedaron sin anotar permitieron un 11 a 0 que llevaba la diferencia hasta el 22 a 12. Un triple de las visitantes cortaba la sangría, pero sólo era acompañado por una canasta más y el fallo en dos tiros libres. Estos escasos cinco puntos de las vizcaínas permitieron llegar al descanso con un cómodo 31 a 17 para las locales.

El cambio de cara del segundo cuarto no se mantuvo, parecía el pequeño homenaje al día de carnaval. De modo que se volvió al disfraz del frío, sólo cuatro puntos en siete minutos de las locales dieron paso a una pequeña remontado apoyada en dos triples que acercaban al 35 a 26. El partido se había endurecido Aquí el partido, endurecido y poco vistoso, permitió a las locales distanciarse en quince puntos, 41 a 26, debido a continuas pérdidas y desaciertos de las leiotarras y a un triple y tres tiros libres de las logroñesas, lo que parecía ya definitivo. Pero de nuevo en el minuto y medio final hubo cambio de máscaras y un 0 a 6 dejaba el 41 a 32 a falta de diez minutos para el final.

El partido volvió a la escasez anotadora, creciendo en los cinco primeros minutos apenas 5 y 6 puntos para cada equipo, para el 47 a 37. Esta diferencia, y los escasos cinco minutos para reducirla, fueron definitivos en la mente de las vizcaínas que volvieron a sufrir otros casi cuatro minutos de atasco total. Las locales de nuevo lo aprovecharon para aumentar su ventaja. Pese a desperdiciar en esos momentos 5 de los 8 libres de que dispusieron, lograron escaparse hasta el 55 a 37. Un par de canastas más de las visitantes se compensaron con otro triple y una de dos de las locales llevando a la diferencia final del 60 a 41.

La decimotercera victoria no llegó, como se esperaba, en un partido espectacular de alta anotación; sino que el frío se hizo presente a través de unos bajísimos porcentajes. Destacado en este sentido el espectacular 3 de 18 en triples y el no menos importante 11 de 21 en los libres. Como se ve, lo espectacular tenía tintes negros, quizá a juego con los disfraces que se dejaron ver por las gradas del Polideportivo Espartero.