Las llamas no dan tregua a Portugal

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El número de incendios de 2010 alcanza a los registrados en los tres últimos años en Portugal. Así lo ha dado a conocer el Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) portuguesa, que ha registrado, en lo que va de año, 14.601 incendios, la mitad de los cuales se han producido a partir del 23 de julio.

El comandante de la ANPC, Gil Matins, ha declarado que “hay un pico a partir de 23 de julio que no ha parado de crecer. Estamos en un promedio de cerca de 400 nuevos incendios forestales por día. El acumulado de incidencias de 2010 es ya muy cercano a la suma de las de 2007, 2008 y 2009”.

El último balance de la ANPC recoge 17 incendios activos en la noche del domingo, aunque destaca una disminución de las llamas del fuego de la región de Peneda-Gerês. El incendio, iniciado hace ya cinco días, es uno de los más graves actualmente activos en el país.

Las autoridades han desplegado un gran número de efectivos en las zonas afectadas. Cerca de mil bomberos han trabajado en la extinción de los 22 incendios han estado activos en cinco distritos portugueses, según ha precisado el jueves la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC).

Las regiones afectadas son Braga, Guarda, Viana do Castelo, Vila Real e Viseu, siendo Guarda la que más incendios de importancia está sufriendo. Se consideran fuegos significativos aquellos que se mantienen activos por lo menos dos horas y que requieren al menos diez vehículos y tres aviones pesados.

Una posible catástrofe ecológica

El parque ecológico del Funchal situado en la isla de Madeira, en pleno Atlántico, ha sufrido los efectos del fuego en el 95% de su superficie. Este espacio de 1.000 hectáreas es un área especialmente destinada a recuperar la flora autóctona.

Esta zona que ya sufrió en febrero un fuerte temporal que costó la vida 45 personas, sufre ahora el fuego que, según han afirmado el presidente de la Asociación de Amigos del Parque Ecológico de Funchal, Raimundo Quintal, los incendios son “un desastre mucho más grave, en términos ecológicos, que el temporal del 20 de febrero”.

El fuego comenzó en la tarde del viernes, avivado por rachas de hasta 100 kilómetros por hora y destruyó todo el trabajo de repoblación, ha declarado Quintal, que lamentó además, la importante pérdida de biodiversidad.