Que las mujeres cobran menos que los hombres es ya una evidencia avalada por numerosos datos. De hecho, esta brecha salarial hace que las mujeres trabajen gratis desde el 9 de noviembre hasta final de año.
Las evidencias de esta discriminación de género se observan también en el número de mujeres que cobran menos de mil euros al mes. Son 2,1 millones frente a 900.000 hombres, es decir, entre las personas que cobran menos de mil euros mensuales hay el doble de mujeres que de hombres.
Además, según los datos de la EPA de 2016, esta tendencia se invierte cuando nos referimos a salarios de más de 2.595 euros mensuales. En este caso, el número de hombres casi duplica al de mujeres.
Entre la discriminación de género destaca especialmente la brecha salarial que, a pesar de haberse reducido, sigue siendo llamativa. El salario medio bruto de los hombres bajó a 2.075,7 euros mientras que el de las mujeres subió a 1.661. En función de los grupos en los que se miden estos salarios se comprueba que en los niveles más bajos hay muchas más mujeres que hombres.
Uno de los factores que explica estas diferencias es la relación directa que existe entre los salarios más bajos y los contratos temporales y las jornadas reducidas, ambas mayoritariamente femeninas. De hecho, la tasa de temporalidad femenina en 2016 está siete décimas por encima de la de los hombres. En el caso del empleo parcial, el 70% de las personas que tienen un trabajo que no incluye toda la jornada laboral son mujeres.