Según publica el Diario del vino es tradicional que en los Juegos se den cita representantes de actividades comerciales con los ojos puestos en potenciales proyectos de inversión en el país anfitrión. Las bodegas, conocedoras del acusado aumento del consumo de vino en el país, han aprovechado la competición a modo de puerta para este enorme mercado (se calcula que en 2011 los chinos consumirán 1.000 millones de litros de vino). Se da la circunstancia de que además la ciudad de Shanghai será sede de la Exposición Universal de 2010, otro foro clave para el establecimiento de alianzas comerciales.
Bodegas Altanza, de La Rioja, logró que el Comité Olímpico español declarara a su Lealtanza Tinto Reserva 2001 como “bebida oficial de la delegación”. El vino será servido en todos los eventos que organice el Comité, con la expectativa para la bodega de cerrar acuerdos con importadores chinos.
Sin embargo, en esta carrera los productores australianos llevan la delantera, ya que están promocionando sus vinos en Pekín y Shanghai a través de un organismo oficial que organiza agasajos a medios de prensa, importadores y especialistas chinos, así como eventos de tipo solidario en territorio chino.
Para las bodegas australianas, China es el primer destino de exportación. No obstante al igual que en las pruebas deportivas, el mayor competidor para todos serán las bodegas chinas, que dominan el 92% del mercado. Así, el Comité Olímpico chino eligió como proveedor exclusivo de vino a la bodega Great Wall.