Este informe determina que sólo seis de cada diez ONG consideran que sus miembros usan “adecuadamente” las nuevas tecnologías, en función de la valoración de 500 cuestionarios, recogidos en talleres de esta fundación, entre las que se incluyen la opinión de los miembros de estas organizaciones, desde la dirección y el personal técnico hasta los voluntarios y personal no cualificado.
Por el contrario, el resto de ONG encuestadas -cuatro de cada diez- entiende que el uso de estas tecnologías es “malo o muy malo”. En total, los recursos más utilizados por estas organizaciones son los grupos de correo, foros, 'chats', telefonía en Internet y videoconferencias.
El informe destaca que aquellas comunidades autónomas donde las ONG realizan un mejor uso de las nuevas tecnologías son La Rioja, Madrid y el País Vasco, mientas que entre las que usan las tecnologías menos adecuadamente destacan Castilla y León -ninguno de los encuestados da una valoración positiva-, Asturias y Murcia.
En lo referente a la utilización de las nuevas tecnologías según el perfil profesional, el informe muestra que el personal técnico y los coordinadores de proyectos son los que mejor uso hacen de las TIC dentro de las ONG. Las personas voluntarias y el personal de Administración son, en cambio, los que se quedan más rezagados a la hora de utilizar las nuevas tecnologías.
Por otra parte, constata también cómo influye la visión o conocimiento que sobre Internet y las nuevas tecnologías existen todavía dentro de cada entidad a la hora de su utilización: muchas de las organizaciones entienden las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías como vehículo de comunicación externa, interna, de sensibilización o transparencia, mientras otras muchas no perciben todavía la revolución que se ha producido en este campo y las posibilidades que les ofrecen.