“Las personas discapacitadas podemos hacer muchas cosas y somos muy responsables”

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Se llama Oscar Sáenz Núñez, tiene 42 años y lleva 11 trabajando. Empleado de Grafometal, Oscar reconoce que le gusta mucho su trabajo. “Hago un poco de todo, desde la selección de hojas hasta meter las piezas en una especie de lavavajijlas, trabajos de limpieza... me gusta aprender de todo”.

En este último trabajo realiza turno de mañanas y de tardes y asegura que, a pesar del madrugón, prefiere el turno de mañana porque “así aprovecho más las tardes”. Y es que Oscar no para. Las tardes las dedica, lo primero a echarse una buena siesta, y luego aprovecha el resto del tiempo libre en hacer recados o practicar deporte aunque ahora lo tenga un poco apartado por una dolencia en los pies. “Salgo a correr y también doy paseos en bicicleta”, aficiones que dice compartir con algunos amigos. Pero también hay tiempo para salir por ahí con los amigos y tomar algo y ver partidos del Naturhouse La Rioja, equipo del que es socio.

En el trabajo confiesa que “con algunos compañeros me llevo mejor que con otros. De hecho alguna vez hemos quedado para hacer alguna comida, cena o ver algún partido”. Y también califica de “buena” la relación con sus jefes “aunque no hablemos mucho en la fábrica porque hay que trabajar”.

Oscar es una persona con discapacidad que, prácticamente, lleva una vida normal en la que el trabajo se ha convertido en una pieza fundamental para reforzar su autestima y afianzar su proyecto de vida. Por esta razón, anima a otros empresarios a seguir el ejemplo de sus jefesporque las personas discapacitadas podemos hacer muchas cosas y somos muy responsables”.

Un trabajo que le ha permitido también comprarse un piso que dice orgulloso “está incluso amueblado”. Una compra para la que también ha contado con el asesoramientos de Plena Inclusión. Pero además desde esta Federación también ayudan a personas como Oscar a organizar sus vacaciones. “Ahora en agosto me iré unos días a Cantabria con unos amigos. En septiembre, el destino aún está sin decidir, Salou, Calella y Canarias, son las opciones”.

Sigue viviendo con sus padre aunque ya se ha comprado un piso que dice orgulloso “está incluso amueblado”.