Kate (Emilia Clarke) deambula amargada por las calles de Londres, acompañada por el continuo tintineo de los cascabeles de sus zapatos, porque trabaja como elfo en una tienda navideña que abre todo el año. Cuando Tom (Henry Golding) aparece en su vida, Kate empieza a ver las cosas de otra manera más optimista, aunque parezca demasiado idílico para ser verdad. Pero al llegar la Navidad, todo parece ponerse en contra de la pareja. Eso sí, se darán cuenta de que lo importante será escuchar a su corazón.